[p. 1] FUNDACIONES
De la fundación del Conuento de Bruxellas, Paris, Louayna y Colonia, escrita por el P.e fr. Thomás de Jhs, que ayudado de la gr[aci]a del S.r, fue fundador de ellos
Haiuendo venido n[ues]tro P.e General fr. ferdinando de
Santa Maria en este año dé 1615 por el mes de Agosto a este Conuento de
Bruxellas, a visitar, conforme a su off[ici]o y obligaciones, no hallando libro
de la fundación deste Conuento de Bruxellas, me mando lo hiziesse y scribiesse
en el la fundación de estos Conuentos y las otras cosas principales que han
sucçedido en estas fundaciones y las que con el sucçeso de tiempo sucçedevan; y
yo en cumplimiento de esta de Bruxellas, me mando le hiziesse y escribiesse en
el la fundación de estos obedien.a, determine de scribir el principio que tubieron
estas fundaciones de Francia, Flandes y Alemania y la occasion que huuo, para
que la Religión viniesse de Italia a estos Reynos. Diré breuemente lo
neccessario, porque si huuiesse de referir todas las Circunstancias, seria
hazer un libro muy largo; y en todo procurare dezir sinçeramente y puntualmente
la verdad, a gloria de n[est]ro gran Dios, y de la Virgen sanctissima y n[ues]tro
p.e S. Joseph, y n[ues]tra Sta M.e Teresa de Jhs. Diré en terçera persona, para
poder hablar mas libremente.
Cap. I. de la Venida del p.e fr. Thomas de Jhs de Italia a España
Fundación de los desiertos
El p.e fr. Thomas de Jhs, profeso de la Congregación de España,
luego que profeso, tuuo particular llamamiento a la vida solitaria y quieta y
considerando que la profesión de su Regla primera era toda de hermitaños,
deseaua grandemente que en estos tiempos se plantassen algunos Conuentos, al
modo que antiguamente viuian n[uest]ros Mayores en el Monte Carmelo en hermitas
apartadas, vacando continuamente a la oración y contemplación, debajo de la obed.a
de algún prelado, en que consiste la seguridad y fructo de la vida eremitica.
En este tiempo estaua el d[ic]ho p.e leyendo Theologia en Seuilla,
porque le hauian lleuado de Valla[doli]d, donde fue nouiçio, dos años después
de su profesion, a leer en el Collegio que la Religión tiene en aquella Ziudad.
Vino en esta occasion a visitar aquellos Conuentos n[ues]tro p.e fr. Nicolás de
Jhs Ma que entonces era vicario gen[era]l; y el p.e fr. Thomas pareziole era
buena occasion, y hizo vn papel que contenía algunas raçones, conque pretendía mostrar
las vtilidades que a la Religión se seguían [de] tener desiertos y casas de
iermo, como eran: el ser conforme a n[ues]tra Regla y prim.a profesión; el hauer
muchos que lo deseauan en la Religión, y seria quietarlos para que no se pasassen
a la Cartuja; el ser medio [p.2] para tener hombres de sp[irit]u y pude [oración];
el ser la vida altiss[ima] y perfectissima, por tener todo lo bueno de la vida
zenobitica, que es la obed.a y arrimo del paerlado, y lo bueno de la vida
solitaria,, sin el peligro de estar solos y gouernarse por si mesmos; en fin,
que seria tener las flores sin espinas. Estas y otras muchas conueniençias deçia
en aquel papel.
Leiolo el p.e fr. Nicolás, y respondió que si se hiçiesse lo que
allí se pretendía, seria destruir la Religión, porque se irían alla los mas
perfectos y quedaría la Religión como desemparada de los mejores sujetos.
El p.e fr. Thomas no oso replicar nada; tomo el papel que hauia
dado y guardólo. Acauo de quatro años que hauia estado en Seuilla, mandaronle venir
a leer Theologia a Alcalá de Henares, donde estando vn dia en su celda reuoluiendo
alg[un]os escritos suyos, acaso encontró con aquel papel que trataua de la Vida
Heremítica, y descuidadamente se salió della y dexolo sobre la mesa. El p.e fr.
Ju[a]n de Jhs Ma, Gen[era]l de la Villa de Pastrana, que entonçes era Rector de aquel Collegio, y después fue
definidor prim[er]o y provin[cia]l del Andaluçia, entro en la zelda no estando
alli el p.e fr. Thomas, y encontro con aquel papel que se auia quedado sobre la
mesa; leiolo y contentóle mucho, y salió luego de la zelda a buscar al d[ic]ho P.e
y dixole lo mucho que le auia agradado aquel modo de vida, y comenzo continuarle
[animarle] mucho p[ar]a q[ue] voluiesse a tratar de esto con los superiores.
Estaua entonces en Alcalá el p.e fr. Al[ons]o de Jhs M.a Gen[era]l
que fue después, y el p.e fr. Fran[cis]co de Santa M.a rector que aora
es del Collegio de Baeça, que ambos eran discípulos del p.e fr. Thomas, y como
eran Religiosos de buen zelo y feruorosos, el p.e Rector y el p.e fr. Thomas
trataron con ellos de este intento, y todos quatro se aferuoriçauan entre si y
ens[a]iau[a]n alg[un]os ratos a este modo de vida.
Llego el ti[em]po de las vacaciones,y acordaron que el p.e fr.
Thomas se fuesse a Madrid aquel verano, donde estaua el General y definidores,
para tratar deespaçio deste nueuo modo de vida eremítica. Hizose ansí, y luego
otro día después no atretuendosse a hablar immediata[men]te al Gen[era]l, que
era el p.e fr. Nicolás, el mesmo que antes auia dado la respuesta en Seuilla,
fuesse al p.e fr. Gregorio Naçianzeno, Prior que era de Madrid, y entornes hazia
también las veçes de diffinidor y diole quenta de las sus deseos. Al p.e fr.
Gregorio le [p.3] agrado mucho aquel modo de [exercici]os, y dixole que ning[un]a
cosa mas auia deseado despues que estaua en la Religión; y dixole que le
esperasse alli, por q[ue] estauan en la huerta, que lo quería tratar con el Gen[era]l.
Fue, propusole el caso, y dixole que yo no venia a otra cosa a Madrid y como
era llegada la hora de dios, quadrole mucho al p.e Gen[era]l, que ya no se
acordaua de los inconuenientes que auia propuesto en Seuilla; hizome llamar por
el mesmo p.e fr. Greg[ori]o a su çelda y dixo al p.e fr. Thomas: Vos me deueis
de tener a mi por algun relaxado, pues no venis a tratar conmigo estas cosas.
Comenzo a deçir que era la cosa que mas deseaua y la mas conueniente que se
podria allar para la Religion y como el p.e Gen[era]l era hombre de gran sp[irit[]u
y ingenio, hallo presto otras muchas raçones
y conueniençias, y estaua grandem[en]te deseoso de poner presto en execucion
esta obra. Imbio luego al p.e Mariano y al p.e fr. Greg[ori]o Naçiançeno a un sitio
que esta legua y media de Pastrana, riueras del río tajo. Contentóles grandemente
a los p.es el sitio, y luego el p.e General imbio al p.e fr. Thomas a fuente el
Enzina a comprarla que era de un hombre particular; y después de alcanzada la
liçen[ci]a del Arzobispo de Toledo que era Quiroga, imbio al p.e fr. Thomas a
que tomasse la possesion, y pusiesse el Sanctiss[i]mo Sacramento y diesse prin[cipi]o
aquella fundacion. El p.e fue y despues de hauer hecho quatro muros harto
bajos, y puestos enzima alg[un]os maderos que no huuo tiempo para mas, dia de
S. Ju[a]n, año de 1593, si no me acuerdo mal, cubriendo con unas mantas el
oratorio, por el sol, y adornandolo con muchas yeruas olorosas, dixo el p.e la
primera misa y puso el Sanctiss[im]o Sacramento y llamose n[uest]ra Señora del
Monte Carmelo, estando alli por su compañero el p.e fr. Alonso de Jhs, que
despues fue Gen[era]l, y vn herm[an]o lego y vn donado. Estuvose alli algunos
dias, hasta que vino el tiempo que se çelebraua el Cap[itul]o prouincial en la
Roda y por ser el p.e fr. Thomas de Jhs vicerector de Alcalá, auia se de hallar
en la elecion del soçio que hauia de ir a Cap[itul]o en su Conuento. Hizolo
ansi. Hizieronle a el Socio para Cap[itul]o, y assi el p.e gen[era]l le escribio
vna carta que dexasse en su lugar al p.e fr. Alonso de Jhs Maria y ansi lo
hizo.
En estos pequeños principios y por tan desproporcionados
intsrumentos tuuo prin[cipi]o obra tan grande y de tanta gloria de n[uest]ro
Dios y bien de la [p.4] Religion. Assentaronse al q[a]uo de dos años los
exercicios en aquel desierto donde también estuuo quatro meses el p.e fr.
Thomas en una hermita.
Desierto de Batuecas
Después de algun tiempo hizieron provincial al d[ic]ho p.e de Castilla la
Vieja, y determino de fundar otro desierto a las vertientes de la Peña de francia
en vn sitio que vulgarm[en]te llaman Vatuecas.
Acabado el off.° de provin[cia]l, hizieron al p.e fr. Thomas difinidor
general y el p.e Gen[era]l hizole Su Prior de la casa del desierto; y después
de pasados tres años y me[di]o, le hizieron Prior del mismo Conuento.
Estaua el p.e contentissimo y muy quieto en aquella vida, en la
qual auia estado çerca de siete años. Pero como n[uest]ro Señor quería le
siruiesse en otra cosa, determino de sacarle de aqui y traerle a la congregación
de Italia por los medios que aora diré.
Scribiole de Genoua el p.e fr. Francisco del Sacram[en]to, Varón
de singular sanctidad, diçiendole era amor propio estarse en aquella soledad
mirando solamente por su consolaçion, pereçiendo tantas almas por el mundo por
no hauer quien las ayudasse; y que si el quería oceuparse en esto, que ahora se
offreçia buena ocasión, porque aquella congreg[aci]on quería imbiar Religiosos
a fundar a Francia, y gustara que el fuesse vno de ellos. Respondió el p.e que
el estaua en el desierto porque entendia era Voluntad de Dios, y que a qual quisiera
parte del mundo iria como la obed[ienci]a se lo mandasse. No tardaron muchos
dios que el p.e fr. P[edr]o, viendo esta carta que el p.e fr. Thomas auia
scrito, trato de hazer vna mission al Emperador de Ethiopia, llamado
vulgarmente Preste Ju[a]n, y escribiole pidiendole si gustaria de ir el aquella
misison. El p.e luego qui reçibio la carta, pareçiole vna cosa muy desproporçionada
a sus pocas fuerzas y salud, y assi todo aquel dia estuuo muy resuelto de no
admitir aquella misión.
Mudanza tan grande
Otro dia, comenzando la misa que era de S.t Joseph, a quien el
tenia alg[un]a deuocion, en diçiendo in no[m]ine patris &, se le offreçio
con mucha zerteza y claridad que en aquella misa Dios le daria a entender lo
que deuia de hazer, y assi fue (no porque el p.e fuesse [tuuiesse visión] ni
reuelacion) sino que sintio vna mudanza tan grande, que estando antes muy
contrario, acauada la misa se hallo muy mouido y inclinada la voluntad a
acceptar aquella misión, y lo que mas era, sin raçon ninguna [que se le
offreziesse] de nueuo, mas de persuadirse era aquella la Voluntad de Dios ; y assi
escribio al p.e fr. P[edr]o que no obstante que el [p.5] estaua inclinado a
Francia, porque esse [aquella] auia sido la 1a Vocación, pero que iría a
Ethiopia, como su S.d lo mandase. Reçibio el p.e fr. P[edr]o esta carta y trato
luego con su S.d de esta mission. Escribió su S.d dos o tres Cartas al Nuncio
de España (que entonçes era mons[eño]r Melino creado nueuamente Card[ena]l) que
lleuasse consigo a Roma al d[ic]ho p.e. El Card[ena]l no se atreuio a hazerlo,
porque hauiendolo entendido de parte de la Religión, le hizieron instançia, por
medio del Presidente de Castilla el Conde de Miranda y de otras personas tales
a que no le lleuasse consigo; dio el Card[ena]l la palabra de no lleuarlo. Ya
en este tiempo el p.e auia acauado el off[ici]o de Prior en el desierto y le aauian
hecho Prior de Zaragoça; y la Religión para impedir no fuesse a Roma imbio a Çaragoza
al p.e fr. Joseph de Jhs M.a, que aora es general y al p.e fr. P[edr]o de los Sanctos,
que era intonzes difinidor, para traerle preso o como pudiessen a Madrid.
Antes que ellos llegassen,
vino inopinadamente vn Breue de su S.d en q[ue] mandaua en Virtud de obed.a al
d[ic]ho p.e se partiesse luego a Roma. El lo hizo luego, no sin gran admiraçion
que llegasse en tiempo tan oportuno, porque si vn dia mas tardasse, fuera sin
duda impedido de los que venian con gra[n] prisa a este effecto. Llego a Roma
por el fin de noviembre, año 1606. No se puede creer el alboroto que causa en
España esta partida, las persecuçiones y dichos que contra el p.e se
leuantaron. Acudieron los Superiores al Rey, el qual escribio tres o quatro cartas
al Papa, pidiéndole mandasse uoluer a aquel p.e a España, porque era vn
Religioso inquieto, y otras cosas semejantes. Divulgaron por toda la Religión
que se auia ido sin licençia. Pero como Dios le queria p[ar]a otros fines, aprouechauan
poco sus diligençias, porque el Papa no se mouio nada con estas cartas, antes
bien respondio al Embax[ad]or de España: Es possible que el Papa no ha de tener
mano p[ar]a traer vn Religioso de España. Esto, lo dixo con mucho sentim[ien]to.
Y assi, llegado que fue el p.e a vasarle el pie, le dixo: El ha venido a Roma
por n[uest]ro mandamiento, p[ar]a negocios del seruiçio de Dios y de su
Iglesia; no tenga pena, que yo le tomo debajo de nuestra protecion.
Congregación de S. Pablo
En este interim, hallauase gran dificultad en la mision de
Ethiopia por no hallar entrada segura p[ar]a aquel Reyno estando çercado de
Turcos y de Mahometanos y amsi cesso; y comenzo el p.e fr. Thomas a tratar con
el p.e [p.6] fr. Pedro de hazer vna congregaçion, cuio instituto fuesse
solamente la conuersion de las almas, de suerte que no tuuiesse otra occupaçion.
Trataronlo con su S.d; agradóle al Papa este instituto; hizose su Breue en
forma Intitulóse Congregatio S. Pauli. El breue es en la forma siguiente:
Este
breue no solio entonzes a luz, porque el Papa deseaua comenzasse esta Congrageçion
en España, y el p.e fr. P[edr]o y el p.e fr. Thomas tenían por çierto que alli
no se haría nada, por tener contrarios al Rey y a la Religión. En estas
demandas y respuestas murio el p.e. fr. P[edr]o con harto sentim[ien]to de toda
Roma, cuias virtudes refiere Baronio 12 tomo Annal.; y quedo el p.e fr. Thomas
solo sin arrimo ninguno, pero no sin a[n]i[m]o y confianza grande en n[uest]ro
S[eño]r. Antes bien sintio grande dilaçion en el corazón, pareçiendole que aora
estaua mas immediato a Dios y deuaxo de protecion y prou[iden]eza j y assi se
estuua por algunos dios sin tratar de nada.
PAULUS PAPA V.Ad perpetuam rei memoriam1. Onus pastoralis officii, supremae majestatis providentia Nobis, meritis licet imparibus, commissi, debitores Nos constituit, non solum populorum Christifidelium, sed et universarum gentium salutem sedulo procurandi, quippe qui, ut Apostolus Nos admonet, non solum sapientibus, sed etiam insipientibus debitores simus. Quo circa ad universi orbis provincias, urbes, et loca, et ad universas creaturas, quibus praedicari Evangelium Dominus Apostolos suos mandavit, mentis nostrae oculos dirigentes, et de conversione animamm, et ad Christi ovile reductionem meditantes, valde opportunum fore existimavimus, ex Ordine beatae Mariae Virginis de Monte Carmelo novae Reformationis tam Hispaniarum quam Italiae, in qua, benedicente Domino, viri vitae sanctitate et sacrarum litterarum doctrina et Christianae fidei propagandae zelo praestantes conspiciuntur, aliquot probitate morum, exemplo vitae, atque scientia magis conspicuos eligere, et ex illis unam Congregationem, quae in dies similium Religiosorum copia, ne operariorum messis tam grandis opera umquam deficiat, augeri poterit, constituere.2. Igitur ad Omnipotentis Dei gloriam, sanctae fidei catholicae exaltationem, et universi orbis, animarumque, quae extra Ecclesiae Dei gremium per aeternae damnationis viam incedant, salutem, motu proprio, ac ex certa scientia, ac matura deliberatione Nostris, deque Apostolicae potestatis plenitudine, ex infrascriptis ad hoc munus electis, tam ex Congregatione Hispaniarum quam Italiae, religiosis viris, qui spiritu Dei afflati huic sanctissimo operi se obtulerunt, nempe ex Congregatione Hispanica dilectis filiis Thoma a Jesu, Didaco ab Incarnatione; ex Congregatione vero Italica Philippo a S. Jacobo, Redempto a Cruce, Bartholomaeo Maria a S. Francisco, Adriano a S. Maria, Leandro ab Incarnatione, Hyacinto a S. Angelo, Joanne Damasceno ab Annunciatione, Hilario a S. Augustino, Fulgentio a Conceptione, Cassiano a S. Anselmo, Simone a Monte Carmelo Donato, et Taddeo a S. Elia, etiam Donato: Quos omnes, et singulos idcirco ad hunc effectum penitus, et omnino in perpetuum, auctoritate Apostolica, tenore praesentium, separamus, sejungimus, et dismembramus praedictis Congregationibus, tam Hispanica, quam Italica, et ab obedientia Praelatorum pracdictarum Congregationum eximimus, et animarum conversioni procurandae perpetuo emancipatam Congregationem unam sub invocatione S. Pauli Apostoli ab uno Commissario Generali cum Definitorium interventu juxta regularia instituta insrascripta regendam et gubernandam, auctoritate et tenore praedictis perpetuo erigimus et instituimus; cujus Religiosorum vocationis praecipuus finis sit, ut orthodoxae fidei propagationi, Ecclesiae sanctae per universum orbem dilatationi, et animarum infidelium et aliorum a dicta fide errantium ad ejusdem fidei veritatem reductioni et conversioni sedulo incumbant.3. Ut autem praedicti Rellgiosi ad haec sufficienter et pro dignitate praestanda difficultalesque superandas et pericula, quibus in hujusmodi ministeriis se exponent, subeunda aptiores inveniantur, ante omnia volumus et ordinamus, ut ipsius Congregationis [Religiosi] divinarum rerum contemplationi et profectibus animarum vacent, ita ut ex coelestium contemplatione animaruin salutis zelus, quasi ex ardentissimae charitatis fonte, derivetur, omnesque deinceps professionis suae tempore, praeter tria quae aliis Religiosis sunt communia vota, quartum votum emittant, videlicet per totius vitae spatium et animarum saluti sese operam daturos, et a Sede Apostolica seu a Comimissario Generali missos ad quamlibet totius orbis regionem pro animarum salute procuranda, etiam cum periculo vitae, ituros.4. Praeterea, quia Evangelii ministros, inter alias, humllitutis praecipue virtuttm habere oportet, professionis ejusdem tempore quintum etiam votum non ambiendi Dignitates et Praelationes, neque directe neque indirecte, per se neque per alium, intra Ordinem neque extra Ordinem, pariter emittant.5. Et, ut ejusdem Congregationis prospero regimini consulatur, praedictae Congregationis Comraissarium Generalem eumdem Thomam a Jesu ejusdem Ordinis beatae Mariae de Monte Carmelo novae Reformationis Discalceatorum Congregationis Hispaniarum expresse professum (de cujus pietate, prudentia, doctrina, et religionis zelo plurimum in Domino confidimus) motu pari constituimus et deputamus, illique, ac successoribus suis futuris pro tempore Commissariis Generalibus, universam dictae Congregationis S. Pauli curam in spiritualibus et temporalibus plenurie committimus, ac Congregationem ipsam, ejusque provincias, domos, seminaria, quae pro tempore fuerint, et regulares personas quascumque regendi, gubernandi, visitandi, corrigendi et reformandi, et alia quaecumque ad regimen et administrationem eiusdem Congregationis Sancti Pauli pertinentia faciendi, prout omnes et singuli aliorum Ordinum Superiores Generales in suis Ordinibus de jure vel privilegiis et indultis Apostolicis possunt, plenariam et liberam tribuimus facultatem et potestatem.6. Ipsum autem Fratrem Thomam a Jesu, Comraissarium Generalem a nobis deputatum, hac prima vice Officium praedictum ad sexennium obtinere: finito vero sexennio, Commissarium Generalem hujusmodi de triennio in triennium a Capitulo generali eligi, et eum, qui uno triennio Commissarii officio functus fuerit, ad illud successive reeligi non posse, sed aliud triennium vacare, pariter volumus et ordinamus: teneaturque Commissarius Generalis praedictus, secundum regulam Alberti primtivam et constitutiones sui Ordinis (quas quidem constitutiones ad praescriptum novae Congregationis instituti ex voto quatuot Definitorum, cum primum fieri poterit, aptari volumus, ita ut aptatio sic facienda usque ad Capitulum Generale celebrandum duret), Congregationem eamdem gubernare.7. Interea vero, donec dictae constitutiones aptetitur, idem Thomas Commissarius praedictus omnia et singula, quae Praepositus Generalis et Definitores facere possunt, faciendi auctoritatem habeat. Si vero praedictus Commissarius, antequam eligantur Definitores, e vita decesserit, antiquior ex Fratribus praesideat, et quamprimum fieri poterit, convocatis professis Sacerdotibus omnibus, per secreta vota, et servatis aliis ad electionem canonicam per dictas constitutiones requisitis, novus Commissarius eligatur. Insuper praedictae Congregationi sic erectae, et eidem Thomae a Jesu Commissario ejusque successoribus, monasteria et seminaria, servata forma Concilii Tridentini, erigendi, novitios ah habitum recipiendi et ad professionem regularem suo tempore admittendi, novas constitotiones et ordinationes condendi (dummodo eorum Primitivae regulae et ipsius Congregationis institutiones et ordinationes condendi (dummodo eorum primitivae regulae et ipsius Congregationis instituto, sacris canonibus, Concilio Tridentino, et constitutionibus apostolicis non sint contrariae) facultatem concedimus.8. Ad haec, eamdem Congregationem S. Pauli, ejusque monasteria, domos, seminaria, praelatos, et religiosos universos et singulos nunc, et pro tempore existentes, illorumque bona mobilia et immobilia ab onmni Jurisdictione Ordinariorum locorum quorumcumque, nec non ab obedientia, superioritate, et potestate Praepositorum Generalium tam Congregationis Hispaniarum quam Italiae, praetr quam in infrascriptis, perpetuo eximimus, et liberamus, ac exemptos et liberos esse volumus et declaramus, ac sub Nostra et Sedis Apostolicae ac Beati Petri proleetione suscipimus, Nobisque et dictae Sedi immaediate subjicimus.9. Volumus autem, ut praedicta Congregatio ejusque Commissarius Generalis Priori Generali dictae Congregationis Italiae tamquam universali et superiori capiti, juxta tamen formam infranscriptam, subjaccant; qui Prior Generalis domos, monasteria ac seminaria dictae Congregationis S. Pauli eligendo, et juxta ejusdem Congregationis instituta, nec alias, visitare, corrigere et reformare, et delinquentes punire, idque de consensu dictorum Sociorum, et intra monasteria ipsius Congregationis dumtaxat (extraquae nullatenus Religiosi praedictae Congregationis, eorumque aliquis, ab eodem Praeposito Grnerali amoveri, vel alio modo transferri, neque eorum loco mutari aut poni, neque Priores, aut alii Officiales eorumdem seminariorum aut monasteriorum el locorum Congregationis S. Pauli pro tempore eis praesidentes, a suis officiis amoveri, neque alii eorum loco substitui [possint], nisi ob enormem excessum qui juste tolerari nequeat, et tunc in defectu praedicti Commissarii Generalis, et de consensu dictorum Sociorum, nec alias ullo modo), valaet. Prohibemus quoque, ne idem Praepositiis Generalis aliquas gratias particulares pracdictis Fratribus concedat.10. Commissarius autem praedictae Congregationis S. Pauli cum duobus Sociis in Capitulo eligendis Capilulo Generali totius Ordinis interesse, ibique vocem tam activam, quam passivam, et locum sibi congruentem tam ipse, quam Socii habere debeant.11. Prior autem Genernlis praedictus (quoad visitanda monasteria, domos et loca) statutis, et privilegiis ejusdem Congregationis S. Pauli in omnibus, et per omnia se conformet, nihilque contra illa renovare aut alterare praesumat; praedictaeque Congregationis, ut praefertur, monasteria., domos, loca et personas visitare valeat; et, antequam visitationem incipiat, hoc ipsum in Capitulo Gencrali dictae Congregationis intimare et denunciarc teneatur, ad effectum, ut ibi praedicti Socii visitationis (uti superius dispositum est) deputentur; ac denique inhibemus, ne in aliqua re ad praedictam Congregationem S. Pauli spectante praedictus Generalis, seu alti Praelati se nullo modo immisceant, exceptis iis, quae hic exprimuntur.12. Omnia praeterea privilegia speciali quoque nota digna, immunitates, exemptiones, libertates, facultates, concessiones, gratias tam spirituales quam temporales, et indulta, etiam per modum extensionis, vel communicationis cum particula exclusiva, aut alias concessa (quorum omnium et singulorum tenores praesentibus pro expressis haberi volumus) et concedenda universo Carmelitarum et novae Reformationis Ordini et quibusvis aliis Fratrum el Sororum Mcndicantium et non Mendicantium Ordinibus, corumque congregationibus, conventibus, capitulis, et utriusque sexus personis, tam praelatis quam subditis, ac illorum monasteriis, domibus, ecclesiis, hospitalibus, et quibusvis piis locis, praedictae Congregationi Sancti Pauli, utpote uni ex Mendicantibus, ejusque Commisaario Generali, aliisque Superioribus, et personis, monasteriis, domibus, ecclesiis et seminaris quibuscumque (ita ut hi omnes et singuli non solum ad supradictorum instar, sed pariformiter, et aeque principaliter, ac perinde ac si illis nominatim et in specie concessa fuissent, hujusmodi privilegiis, immunitatibus, exemptionibus, libertatibus, facultatibus, concessionibus, gratiis et indultis, illis praesertim, quae personis quibuscumque in animarum conversione laborantibus hactenus concessa sunt aut in posterum conccdentur, praevia tamen quoad inferiores Fratres, dicti Commissarii licentia dummodo tamen Concilio Tridentino et constitutionibus apostolicis non sint contraria, nisi tamen quoad eos qui in Missionibus erunt, post praedictum Coiicilium alicui fuerint concessa, et non sint revocata, uti, frui, potiri, et gaudere libere et licite possint et valeant ac debeant) praedicta auctoritate perpetuo pariter concedimus, communicamus et extendimus.13. Praecipientes sub excommunicationis poena, ne quisque quavis auctoritate praedictac Congregationis Religiosos super praemissis quomodolibet molestare, perturbare, inquietare aut impedire quovis quaesito colore audeat, vel praesumat.14. El sub eadem poena inhibentes Religiosis Congregationis Hispaniarum et Italiae praedicti Ordinis Carmelitaruin Discalceatorum, ne ad hanc Congregntionem S. Pauli, et vicissim hujus etiam Congregationis Religiosi, ne ad aliquam praedictarum Congregationum, neque aliam quamcumque absque Nostra et pro tempore existentis Romani Pontificis vel suorum Generalium speciali licentia, transire audeant vel praesumant, qunm excommunicationis poenam tam transeuntes quam illos admittentes incursuros declaramus.15. Decernentes praesentes litteras et in eis contenta quaecumque perpetuo valida, firma et efficacia fore, ac suos plenarios el integros effectus sortiri et obtinere, nec a quoquam quavis auctoritate fungente impugnari, neque de subreptionis, vel obreptionis, aut nullitatis vitio, seu intentionis nostrae, vel alio quocumque defectu notari nullatenus posse; sicque per quoscumque judices ordinarios et delegatos, etiam causarum Palatii Apostolici auditores (sublata eis, et eorum cuilibet quavis judicandi et interpretandi facultate et auctoritate) judicari et definiri debere, ac irritum et inane quicquid secus super his a quoquam, quavis auctoritate, scienter vel ignoranter, contigerit allentari.16. Hortamur autem in Domino Venerabiles Fratres Patriarchas, Archiepiscopos, Episcopos, et alios locorum Ordinarios, ac dilectos filios nostros, et Apostolicae Sedis de latere Legatos, Vice Legatos, Nuncios, et alios Ministros, illisque in virtute sanctae obedientiae mandamus, ut Congregationem S. Pauli praedictum ejusque Religiosos pro Nostra et Sedis Apostolicae reverentia propensius commendatos habentes, illos benigni favoris praesidio, ubi opus fuerit, fulciant, necnon praesentes litteras, et in eis contenta quaecumque, ubi et quando opus fuerit, et quoties pro parte Commissarii Generalis aut aliorum dictae Congregationis fuerint requisiti, solemniter publicantes, illisque in praemissis efficacis defensionis praesidio assistentes, faciant auctoritate Nostra Congregationem ipsum ejusque Religiosos eorumdem praemissorum effectu pacifice frui et gaudere, non permittentes eos desuper a quoquam quavis auctoritate quomodolibet indebite molestari; contradictores quoscumque per censuras, et poenas ecclesiasticas, aliaque opportuna juris et facti remedia, appellatione postposita compescendo, invocato etiam ad hoc, si opus fuerit, auxilio brachii saecularis.17. Non obstantibus piae memoriae Bonifacii Papae VIII pracdecessoris Nostri de una, et Concilii generalis de duabus dictis, duramodo ultra tres dictas quis non trahatur, et quibusvis aliis constitutionibus et ordinationibus Apostolicis, ac dicti Ordinis Carmelitarum, etiam juramento, confirmatione Apostolica, vel quavis firmitate alia roboratis, statutis et consuetudinibus, privilegiis quoque, indultis, et litteris Apostolicis, quibusvis Ordinibus, Congregationibus, Superioribus et personis sub quibuscuraque etiam derogatoriarum derogatoriis, aliisque efficacioribus et insolitis clausulis, ac irritantibus et aliis decretis in contrarium quomodolibet concessis, confirmatis et approbatis. Quibus omnibus et singulis, eorum tenores praesentibus pro expressis habentes, hac vice dumtaxat specialiter et expresse derogamus, caetcrisque contrariis quibuscuraque.18. Volumus autem, ut praesentium transumptis, etiam impressis, manu alicujus Notarii publici subscriptis, et sigillo dictae Congregationis, vel alicujus personae in dignitate ecclcsiastica constitutae munitis, eadem prorsus fides habeatur, quae praesentibus originalibus haberetur, si forent exhibitae vel ostensae.Datum Romae apud Sanctum Marcum, sub Annulo Piscatoris die XXII Julii MDCVIII, Pontificatus Nostri Anno IV.
Desde que el p.e fr. Thomas llego a Roma, no se podra fácilmente
escribir, ni es neçessario, las cosas que en España hizieron, y las que
escribieron contra el, como si fuera el mayor inquieto que hubiesse tenido la
Religión. Pero todo esto no bastaua para hazerle perder el buen credito que los
padres en Italia tenían del, porque ellos deçian: Del p.e fr. Thomas no tenemos
otra noticia, sino la que V. R.as nos han dado del y de sus partes; despues aca
no sabemos que el p.e aya hecho otra falta mas que venir a Roma por mandato del
Papa. Con esto les tapauan las vocas, y ellos se corrian harto de hauerse
adelantado tanto en alabarles al p.e sin hauer en el fundam[en]to de cosa
buena.
Mientras andauan estas cosas, n[uest]ro S[eño]r que auia sacado al
p.e de España, le confortaua interiormente, y marauillosamente le hauia
preuenido de todo, porque primeramente estando en el desierto, quando se resoluio
a salir de España, le sucçedio que cada noche en sueños v[e]ia a su madre muy
enojada contra el dicho p.e, con vn rostro y actiones tales, que le ponia
espanto; y algunos de sus hermanos, que juntam[en]te con la m[adr]e le
mostrauan el mismo rostro y disgusto. Pusole admiraçion la continuaçion de este
sueño por tantas noches; y a[u]nque al prin[cipi]o no reparo nada, como quien
nunca auia tenido sueños propheticos, de los quales se entiende lo que dice Job
c. [33, 15-16]: in somnis erudit corda virorum etc. [p. 7] Pero dentro de algunos dias comenzo [a
repa]rar mas y admirarse de que su m[adr]e, q[ue] tanto le queria se le
mostrase tan enemiga y contraria. Penso si acaso su m[adr]e tenia alg[un]a
necessidad spiritual, y encomendandola a Dios muy particularm[en]te en la misa,
entendio la declaraçion de aquel sueño: que aquella m[adr]e y herm[an]os era la
Religion, que de alli adelante le serian muy contrarios. Duro este sueño casi vn
año de ordinario casi todas las noches; refirioselo el p.e a su Confesor (que era el p.e fr. Ju[a]n
de[l] Spiritu Sancto, su suçesor entonzes del desierto y ahora prior de
Cordoua) el sueño y la intelig[enci]a; y despues que le vio este p[adr]e la
Religión tan contraria al p.e fr. Thomas le escribió a Roma acordandole del
sueño de su Madre y como se auia cumplido. Y no solo en aquel tiempo sino alg[un]os
años despues, siempre que se hauia de leuantar alg[un]a persecucion contra el d[ic]ho
p.e alg[un]os dias antes se le representaua su Madre y herm[an]os en la forma
dicha; y quando se hazian a una contra el las dos congregaciones de Italia y
España, veia juntam[en]te con su M[adr]e a vna tia suya, hermana de su M[adr]e,
con el mismo rostro y furor que su m[adr]e contra el. En fin, siempre que auia
alg[un]a cosa de nuevo contra el de parte de la Religion, ya el p.e estaua
preuenido con esta vision, la qual le daua mucha pena y fastidio verla tan
continua.
Entrando el p.e en Genoua q[uan]do venia de España, vio en sueños
al p.e fr. Joseph de Jhs Maria, que ahora es Jeneral, que venia contra el a
Italia y en despertado se lo dixo a su compañero, que era el p.e fr. Diego de
la Encarnaçion. Despues passado vn año poco mas o menos, vino el d[ic]ho p.e
con muchas cartas y trazas para hazer voluer a España al d[ic]ho p.e fr.
Thomas; y assi como lo vio en sueños, le vio despues entrar por la puerta del
Conuento de Roma, estandose el paseando en el claustro.
Dire antes de pasar adelante lo que paso en la venida de este buen
p.e La M.e Anna de s. Bartholome era entonzes Priora [de Tóurs en Champaña] y como
ella supo que el p.e fr. Joseph venia a Roma contra el p.e fr. Thomas, a quién
ella amaua mucho en el S.r, fuesse a la oraçion y dixole: S[eño]r, bien sabeis
que mi p.e a ido a Roma a neg[oci]os de v[uest]ra gloria y honra; bolued vos aora,
Señor, por la suya. Hizo con tanto effecto esta oraçion, q[ue] n[uest]ro
S[eño]r la asseguro de manera que no pudo tener mas pena; y ansi antes de llegar
el p.e fr. Joseph a Roma, la d[ich]a M[adr]e escribio al p.e fr. Thomas todo
esto, diçiendo no le diesse cuidado, porque [p. 8] nuestro S[eño]r le aiudaria.
Y fue [todo co]mo ella escribio, porque la venida de este p.e antes acredito al
p.e en su congregaçion, pues todo quanto dixo contra el no fue mas sino que en
el libro que auia escrito de la vida de n[uest]ra S[an]ta M[adr]e hauia d[ic]ho
muchos disparates enfauor del celo de Almas, y auia referido vn milagro falso. Todo
esto lo trato con el p.e fr. Fer[di]nando de Sanata M[ari]a que entonzes era
Vic[a]rio General y el d[ic]ho p.e leyo de proposito el libro, y auiendo visto
los lugares que le hauia d[ic]ho el p.e fr. Joseph, llamo al p.e fr. Thomas y
le dixo p.e: hasta aora no he acabado de entender tan de
raiz la pasion de estos padres y v[uest]ra
inoçençia, pues con quanta indignaçion tienen contra vos, no han hallado otra
cosa que deçir sino esta; y çierto que me pareçe que el Sp[irit]u Santo
os dio particular luz para escribir de suerte aquellos lugares, que no os
pudiessen calumniar. Y assi otro dia se le dixo al p.e fr. Joseph, que auia
conoçido claramente que era thema o vitria la que tenian contra el. Y dixole otras
cosas que no son p[ar]a escrito, con que el p.e fr. Joseph quedo
mortificadissimo. Pidiole otra vez que me embiasse a España por ser esto lo que
a entrambas congregationes conuenia. Respondio el p.e fr. Fer[di]nando: Si el
p.e fr. Thomas lo quiere, vaya en hora buena; pero si el no lo pide, no ha
hecho porque yo lo aya de despedir de la congregación, principalm[en]te que su
S[antida]d dos veçes me ha encargado tenga quenta con la persona del p.e fr.
Thomas. Con esto se acauo de despedir el p.e fr. Joseph de sus pretensiones de voluerle
a España.
Antes que el p.e fr. Joseph viniesse a Roma, comenzole n[uest]ro S[eño]r
luego a preuenir en sueños como solia otras veçes, en la forma siguiente. Una
vez le pareçia estar a la orilla del mar, y que se leuantauan vnas olas
grandissimas que pareçia se lo queriam tragar, y que llegando junto donde el estaua,
se deshazian sin hazerle daño ninguno. Otra vez le pareçia andaua camino, y se
le ponian delante vnos montes altissimos, que pareçia impossible poder passar
adelante; y luego vio que le tomaua de la mano vna persona, que traia vn Roquete
vestido que noto vio la cara, pero entendio despues que esta era el Papa y con
esto pareçia que todos los montes se iban allanando.
Y dexando otras, vna tuuo muy particular y fue que hallandose de
la vna parte del Rio el y su Compañero, deseando ambos passar y no hallando
passo, [p. 9] el p.e se hallo de la otra p[art]e sin dificultad ning[un]a, y el
compañero paso pero por el agua, hauiendose mojado. Estuuo a la mañana con esta
bision algo suspenso, y abriendo vu libro, hallo vn lugar de la escritura:
passaras por el agua y no te mojaras [Is. 43, 2]. Y luego entendio que todas estas
contradiçiones no le harian daño, y que passaria sin lesión per ignem et aquam.
Dos noches, a lo que le pareze, vna tras de otra, vio vna paloma
sobre su cabeza, por que entendio que el Espiritu Santo le aiudaria, y no le
faltaria su gr[aci]a.
Pero voluiendo aora al d[ic]ho de la historia que auia comenzado,
como murió el p.e fr. P[edr]o, pareçe que todo quanto se auia echo açerca de la
congregaçion quedaua muerto; y el p.e fr. Thomas estaua en el Convento quieto,
espera[n]do lo que n[uest]ro S[eño]r y el Papa dispondria del. Estando vn día muy
descuydado, imbiole el Papa a llamar, y despues de hauer pasado muchas cosas,
le dixo que el tenia tanta satisfaçion de su persona, que el queria fiar del esta
empresa, y quedasse en Roma esta congregación, que el quería ser el protector
de ella. Dio luego orden para que se tomasse casa, y hauiendo hallado vna
alquilada junto al Card[ena]l Farnesio, puso alli el p.e fr. Thomas con su
compañero el Sanctissi[m]o Sacram[en]to y dio prinç[ipi]o a la congregacion.
Luego que se supo en España y lo entendio la congregaçion de
Italia se opusieron con gran fuerza para deribarla. No se puede deçir las
contradiçiones que huuo. En fin, el p.e estaua solo, y las dos congregaciones
como tan poderosas eran anidadas del embaxador de España y Card[ena]les que si
no proueyera Dios que el Papa le hiziera espaldas muy de veras, eran tantas las
cosas que contra el deçian, que se podia bien temer algún gran trabaxo. El Papa,
que de su natural condiçion no es amigo de fastidios, llamo vn dia al p.e Vicario
Gen[era]l, que entonzes era el p.e fr.fer[dinan]do de Sancta Maria y al p.e fr.
Thomasy y dixoles: Yo por via de Paz deseo que esta congregación de S[a]n Pablo
se juntese con la de los p[adr]es de Italia; y pues el p.e fr. Thomas tiene esp[irit]u
de aiudar a las almas, quiero quede incorporado en esta congregaçion y sea como
provincial de estos Seminarios- Y pregunto al p.e Vic[car]o Gen[era]l y al p.e fr. Thomas si
ellos se contentauan de esto. Ambos dieron su consentimi[en]to; y luego el p.e
fr. Thomas consumio el Sanctissi[m]o Sacram[en]to de su fundaçion, y se fue con
su Compañero al Convento de la escala. [p. 10] Fue alli no muy bien reçebido [por]
alg[un]os que antes le mirauan como a enemigo desa congregaçion; y aunq[ue] el
papa dixo fuesse como provinçial, el escogio el ser subdito y tomo el lugar que
le competia por su antiguedad.
Su compañero trato luego de voluerse a España, y con muchas
lagrimas, hincado de rodillas, pedia al p.e se fuessen juntos, diçiendole que
en España era conoçido, y que alli hauia trabaxado y que todos le tenían por p[adr]e,
y que en Italia no era conoçido, y otras raçones semejantes. El p.e le respondio:
p.e mio, V. R. se vaya con n[uest]ro S[eño]r, que pues Dios me a traido a
Italia, el dara quenta de mi, y yo quedo muy contento debaxo de su Provid[enci]a.
Y assi se quedo en Roma, donde hizo su profesion en aquella congreg[aci]on, y
comenzo a gustar los frutos de la obed[ienci]a y sujeçion, que hauia dias tenia
olbidada la practica. Passo de esta manera casi año y m[edi]o, no sin grandes
trabaxos y incomodidades corporales, que no ay necçessidad de contarlas, ni
creo seria convemente. Basta deçir que en todo el tiempo que e sido Religioso,
que hasta aora son 32 años, todas juntas los que padeçio en la Religion, no se
pueden comparar con la minima parte destas.
Pasaualo alegremente y esperando que el S[eño]r abriria algun cmino
para ayudar a las Almas, que era el ansia que el tenia. En este tiempo, por no
estar ozioso con su vocaçion, escribio vn libro que llamo Stimulus Missionum, y
otro de Conuersione omnium gentium procuranda.
Con el tiempo se fueron sosegando los animos de alg[un]os de la
congregaçion principalmente de los Prelados, los que antes le hauian sido muy
contrarios trocaron en el contrario extremo de amor; y los que prim[er]o hauian
procurado echarle de Roma, porque no se assegurauan del, ya toda su ansia era porque
no se fuesse della, como aora dire.
Misión de Flandes
Avian venido monjas de n[uest]ra Religion a fundar a Francia no
sin gran contradiçion de la religion. En esta mision de monjas ayudo singularm[en]te
el p.e fr. Thomas siendo en España difinidor gen[era]l de suerte que los
franceses que avian venido por ellas depsues de Dios agradeçian al d[ic]ho p.e el haver traido monjas a
Francia y verdaderam[en]te fue ansi porque él fue que mas ayudo en esto pues
estas n[uest]ras monjas avian ya pasado a Flandes y estavan en [p.11] Bruxelas
y en otras villas flamencas. La M[adr]e. Anna de Jhs que era la principal
deseava mucho traer religiosos de España p[ar]a que las governasen y no lo
podía alcanzar. El P. fr. Ger[ónim]o graçian escribio al p.e fr. Thomas que
tratase con el Vicario General que imbiasse religiosos, el lo trató y al fin el
p.e Gen[era]l y difinidores acordaron que viniesse el p.e fr. Thómas a fundar a
Flandes y tratose con su S[antida] y aprovo este intento y luego expidio un breve año de 1609 en el mes de
octubre a 15 en que mandava al p.e fr. Thomas que viniesse a fundar a Francia y
Flandes el Breue es en la forma siguiente:
Dominicus Episcopus Ostiensis Sancti Collegi Cardinalium decanus card. Pinellus totius Ordinis Carmelitarum Protectorcum ad summum Ecclesiae Patrem maxime pertiruat non solum universos Christi fidelium populos sed et omnium gentium procurare salutem. Ac ex mandato S. D. N. Pauli divina providentia Papae V Rdus Pr. Thomas a Jesu vocatus pro rebus ad Dei gloriam et animarum salutem conducentisque ab Hispania a Romam pervenrit, ac postea propio motu eiusdem D. N. in Congregatione Carmelitarum Discalcetorum Italiae in qua benedicente Domino propagandaq fidei zelus ardorque conspicitur profesionem emisserit. Ac demum cum Smus de eiusdem, Fratris Thomae a Jesu pietate; prudentia; doctrina et Religionis Cathce zelo plurimum in Domino confidat ac in Recnis Galiae et Belgicis ministros necesitas protuanda Catholica fide magis quotidie urgeat nobis commiserit, ut patrum fratrem Thomae a Jesu in Regna predicta cum consensu et socys a Rdo admodum P[at]re f[rat]re Ferdinando a Sta Maria Vicario Generali eiusdem Congregationis assignatis ad erigenda aliqua Monasteria pro iuvandis fidelibus ac Hereticis ad fidem reducendis mitteremus. Nos igitur de mente ac mandato eiusdem S.D.N. ac cum pr[raedict]i Patris Vicary Generalis beneplacito In nomine Domini praedicto Pri Thomae a Jesu praecipimus ut ad pr[raedic]ta Regna proficiscatur ac in omnibus modum et formam a p[raedic]to Pre Vico Generali a suisque successoribus sibi praescriptam, tanquam verus obediens filius amplectatur. Et ut melius pr[raedic]ta executioni mandentur, optatumque finem sortiantur, auctorite S.D.N. nobis attribuita. ac sub exomunicationis poena ipso facto incurrenda Religiosis omnibus tam Praelatis, quam subditis, praecipimus et mandamus ne quoquo modo directe vel indirecte, per se, vel per interpositas personas pr[raedic]tum Patrem Thomam aut eius socios in praedictor Monasterium fundatione presumant contradicere vel impedire. Datum Romae in Palatio nostrae solitae residentiae. Anno MDCIX. XV Mensis Octorbris.Dominicus Card. Pinellus Protector.
Dio el Papa junta[me]te otros dos breues uno para el Rey de
Francia y otro al Archiduque de que se hará mençion abajo. Como era ya entrado
el Inbierno, no quiso el Protector [p.12] que el P. fray Thomas saliesse de
…[Roma], pareziendole no era conveniente que un religioso che tenia poca salud
viniesse en aquel tiempo a Flandes y assy se quedó por aquel año. Ordenanado
assy N.S. para que la mission fuesse con mas fundamento, por que el mesmo dia
que su santidad dio el breue para que viniesse el P. fray Thomas con algunos
religiosos a fundar a Françia que fue a 15 de Octubre de 1609: Ese mesmo dia el
Archiduq[ue] Alberto propio motu escriuio al Papa Pablo V le enbiasse
Religiosos de n[uest]ra Orden a Flandes. Fue cosa que causó grande admiraçion
que en un mismo dia sin sauer el Papa del Archiduque, ny el Archiduq[ue] del
Papa ambos tratauan de un mismo yntento que pareçe que N.S. por todas partes
manifestaua era su voluntad suya que la Religion se fundasse en Flandes y assy
pidiendo el Archiduq[ue] la fundaçion la
mission yua sobre seguro. Con se quedó n[uest]ra partida para la primauera, y
como el P. fray Thomas elgo indispuesto y flaco, y el P. Vicario g[e]n[er]al
dudasse si le enbiaria, llamole el Papa y mandole que hiziesse. Luego aquella
mission y enbiasse al P. fray Thomas por
q[ue] los Archiduques le pedian: Resoluiose luego el P. G Vicario G[e]n[er]al,
y diole para compañeros al P. fray Franc[is]co de S[an]ta Ana español de la
Fuente el laz. Al P. fray Franc[is]co de Italiano natural de Aquileya en el
estado de Veneçianos. Al P. fray Juan
Luys natural de Espira que entonçes estaua en Genoua, al Al P. Fray Ireneo de
S. Pedro Borguiñon. Al P. fray Hilario de S. Augustin natural de Zaragoça, y a
fray Simon del Carmelo donado natural de Toledo. Salieron de Roma a 24 de Abril
año de 1609. Llegaron a Leon donde hallauan dos Padres françeses que hauian
venido ally hauia seys mese a tratar de fundar un conuento y no hauian
concluydo nada. Llamauanse el P. fray Dioñysio de la Madre de Dios y fray
Bernardo de S[an]ta Maria. El P. fray Thomas les dixo queria fundar en Paris
que se fuessen con el. Ellos lo hizieron de buena gana. Y assy se partieron
todos para Paris.
De la fundaçion de Paris
Antes de llegar a Paris succedio la muerte de Enrico 4o para
quien el P. fray Thomas lleuaua un breue del Papa en raccomandaçion de la
religion cuyo tenor [….borrado] es el siguiente:
[p.13]
Charisimo filio Henrico francorum RegiChristianissimoPAULUS PAPA QUINTUSCharissime in Christo fili noster salutem etc. Hoc uno solatio in tot tantus que nostris laboribus atque solecitudinibus recreamur; quod et si humani generis hostis perpetuus nunquam cessat, nouis artibus atque perturbationibus diuinum cultum et salutem animarum impedire; non desunt tamen ex altera parte qui zelo honoris Dei et proximi charitate incensi, satagunt verbo et exemplo errantes in semitam rectam redigere et laborantibus in vinea Dominiauxilium et conciliationem afferre ex quorum numero certe sunt Dilecti fili fratres Carmelitani Discalceati, qui et in haec alma urbe n[ost]ra, et per Italiam fere totam cum magno animarum emulamento assidue laborantes orationibus, ieiunys, predicationibus, confessionibus, alysque piys operibus intenti eximiae Religionis et pietatis exempla edidere: ita ut merito a nobis plurimum in Domino diligantur, atque ab omnibus in magna veneratione habentur. Cum autem intellexerimus hunc religiosum ordinem valde desiderari in florentissimo Maiestatis tue Regno, et existimemus horum piorum virorum praesentiam perutilem fore, instaurationi antiquae illius disciplinae Ecclesisticae, cuius merito Regnum istud Christianissimum appellatum fuit; quam tu quoque non minus prudenter quam pie, cupere te ostendis: his nostris literis Maisetatem tuam hortari etiam atq[ue] etiam vilumus ad Calmeritarum Discalceatorum ordinem in Galiam introducendum: Confidimus quippe te breue experturum magnam utilitatem ex eorum cum subditis tuae Maiestatis consuetudine. Mirum certe est, quantum valeant ad pietatem in honimum animis introducendam; ut pote qui nihi aliud quaerant quam Dei gloriam et animarum salutem, summam pauperitatem in simplicitate cordis colentes. Vnerabilis frater noster Franciscus Cardinaris de Gioyosa qui has nostras literas tibi reddet [p.14] uberis adhuc te de sane […] hiuis religiosi ordinis docebit mandato nostro et ad hoc pium opus efficaciter exhortabitur : petimut a te illi, eandem prorsus fidem adhibeas, quam nobis haberes, si te alloqueremur ac demum tibi persuadeas gratissimum nobis fore si intellexerimus dilectos filios discalceatos fratres Carmelitanos in amplissimo tuo Galliarum Regno sub Maiestatis tuae patrocinio atque tutela exceptos fuisse, mansionemque firmam ac stabilem , ut desideramus, locauisse Deum quaesumus te continua protectione custodiat, et cum incremento zeli reparandae catholicae Religionis augeqt in te dona suae santae gratiae ez Maiestatis tuae intimis nostri cordis visceribus benedictionem n[ost]ram Apostolicam tribuimus. Datum Romae apud Sanctum Petrum XII. Cal. May 1610. Pontificatus Quinto.
[…un plazo vacio]
Ya era muerto el Rey mas
hauia de doze dias, y estaua alborotado todo el Reyno, y prinçipalmente Paris,
y assy la primera noche que llegaron a Paris tubieron un gran alboroto, y fue
que le hauian dicho a la Reyna que andauan algunas personas por matar a su
hijo que era el que hauia sucedido en el
Reyno a Enrique 4o y el se llamaua Ludouico 13º y por esta causa hauia gran
guardia y vigi – [p.15]-lançia, assy en las puertas de la [ciu]dad como dentro
de ella. Pues como le dixessen que hauian entrado algunas personas con un
habito de una Religion no conozido vinieron: luego al meson donde aquella noche
alojauamos y entraron con una gran furia
donde estauamos quando denuedo y
semblante como si fuessemos ladrones o homicidas del Rey, desenboluieron toda
n[uest]ra ropa, pienso deberian imaginar teniamos ally algunos pistoletes
secretos, y sin alborotarse nada ninguno de los que ally estauan preguntando a
que eramos venidos y de donde vaniamos. El P. fray Thomas les respondio que
neian de Roma a fundar un conuento a Paris y mostroles los breues de su
santidad, assy para el Rey como para el Cardenal de Joiosa y otras cartas, con
que se sossegaron y se partieron de ally pidiendonos perdon del descado que hauian usado con nosotros.
Otro dia visitamos a Nunçio (que entonçes era Mons. Ubaldini,
sobrino del Papa Leon .11. hermano del P. Fray Alexandro religioso n[ost]ro):
el nos reciuio benegnissimamente, por que demas de ser el mas gran Prelado y
tener las prendas que tenia en la religion el Papa le escriuia que nos
ayudasse. Tratose de aquella fundaçion, y aunque le pareçia no era buena
aquella occasion por estar las cosas tan turbadas en aquel Reyno con la muerte
reçiente del Rey. En fin ofreçiose ayudar todo lo posible, y assy lo hizo con
muchas veras, y luego procuró nos reçiuiessen los Padres de la Orden de la
Trinidad en una hospederia que tenian en su Conuento, y el no anbiaua cada dia
la comida para cutro religiosos que ally se quedaron. Conuiene a sauer el P.
fray Thomas, el P. fray Sebastian y los dos Padres franceses por que a los
demas enbió con orden de que no enrassen
en Brusselas si no que esperassen en la villa de Mons donde hauia un Conuento
de Monjas hasta que el Padre fray Thomas concluyesse con la fundaçion de Paris.
Comiençó el P. fray Thomas a tratar de
su fundaçion, fue al gran cançilier de Francia y presentole el breue que traya
de su santidad para el Rey y diole quento de los talentos con que era ally
venido pidiendole su ayuda y fauor. Respondiole el Canciller que con la muerte
del Rey las cosa de estado estauan tan turbadas en la Françia que no le pareçia
tiempo oportuno por tratar ahora desta fundçion. El Padre le replicó diziendo:
señor el tratar de hazer en Paris un Conuento de una dozena de Religiosos pobres y sieruos de
Dios, que ruegan a Dios por la salud del Rey, y por la paz y conseruacion de
este Reyno no es cosa que toca en materias de Estado antes bien ayudaria para
todo esto. El Canciller oyda esta raçon se ablandó mucho y offrezio bien
ayudaria de su parte lo que pudiesse.
El Nuncio por su parte començo poco a
poco a disponer a la y ganarle la [16] voluntad. Pidio audiencia ac[uauo] de
algunos dias para el P. fray Thomas. El la fue a hablarla, y propusole la causa
de su venida, y el desseo que su santidad y la Religion tenian de fundar en
Françia, y que esperaua seria para mucho seruiçio de n[uest]ro señor y bien de
la Françia, y que tendria ally unos perpetuos Capellanes, que rogassen a Dios
por ella, y por el Rey. Oyolo de buena gana ña reyna y respondio con muy pocas
palabras diziendo que ella haria lo que le pedimos, y luego llamó al Obispo de
Mesiers llamado Mons. Bonzi que ahora es Cardenal y encargole Reyna al Gran
Canciller, por cuyas manos y con cuyo consejo hauiamo[s] de obtener la licençia
de la Reyna que era Gouernadora y del Rey su hijo y dande n[uest]ro memorial.
Otro dia volvio el Canciller muy de contrario parezer: y propuso a la Reyna
tres razones a su pareçer efficaçes para que no se hiziesse ña fundaçion. La
primiera por hauer nazido esta religion en España, fundada por españolos (como
si fuesse un pecado original que a todos los successsores los hiziesse hijos de
ira para Françia). La 2ª que hauia hartas Religiones en Paris. La 3ª que nosotros
pediamos licençia g[e]n[er]al para toda Françia, y que esto no era conueniente
sin experimentar primero la religion. La Reyna como es pia y tenia gana de que
se hiziesse facilm[en]te halló las soluçiones de todas sus raçones, y assy a la
primera dixo que aunque aquello suesse ansy pero que nosotro de la Congregaçion
de Italia, y que en nada teniamos que ver con España. A la 2ª que en Paris
hauia muchos Religiosos y muy pocos reformados de que tenian grande necesidad.
A la 3ª coçedio seria bien se limitasse la licençia para la villa de Paris y de
Leon, y ansy no admitiendo mnas replicas mandó se diessen luego sus l[et]ras
para n[uest]ra admission.
El Canciller aun no estaua contento, ny
seguro de que se rezibiesse an Paris religion que traya su origen de España, y
que tenia por superiores Españoles y assy
añadio a la liçençia deñ Rey otras condiçiones como eran que en Paris no
pudiesse morar ningun religioso no fuesse natural françes, ny pudiesse ser
superior conuiene a sauer Prior, Prouinçial, Vicario G[e]n[er]al en aquellas
dos casa si no fuesse tanbien franzes. Item que no huuiesse mas numero de
Religiosos que hast veynte, y con estas condiçiones dio el Rey y la Reyna su
liçençia.
Costó harto trauajo y diligençia el
llegar a este punto, y particularmente les pareçia a algunos milagro que un
Español entre franzeses que tienen tanta [p. 17] auersion con esta naçion
negociesse esta fundaçion, y assy solian dezir que Dios les çegaua los ojos
para que no aduertiessen que el P. fray Thomas era Español antes bien algunos
le tenian y juzgauan por françes.
Luego que el P. fray Tomas tubo la
liçençia del Rey y del obispo de Paris tanbien la hauia ya dado, trató de poner
el S[anti]s[i]mo Sacramento y de buscar casa. A algunos les pareziano se
deberia hazer sin tener el consentimiento del Parlamento. Otros dezian no era
necessario. Consultólo
con el Cardenal de Joiosa y el le dixo que pues tenia la liçençia del Rey y
Reyna, que no tenia necessidad de mas. Hauia ally en Paris çierto Abogado
franzes que professaua hazer nos amistad, perço de secreto tenia
correspondençia con los clerigos franzeses que gouernauan las Monjas, los
quales en nunguna manera gustauan de esta fundaçion, y assy por todas las
viaspossibles procurauan contradezirla, aunque con gran secreto. Este nos
persuadio que noe pusiessemos el S[anti]s[i]mo Sacramento sin tener el
consentimiento del Parlamento, todo a fin que esperauan que el Parlamento nos
haria contradiçion, y assy se huvo de resoluer el P. fray Thomas passar a
Flandes por que de ella la dauan gran priessa, y detenerse a sacar la liçençia
del Parlamento pedia tiempo. Por otra parte el Nunçio estaua enfermo que era el
que ayudaua a esto, y assy hauiendo estado en Paris mas de dos meses trauajando
en esta fundaçion mas que en otra ninguna de quantas ha hecho como ahora se
dirá. Partió a Brusselas, y dexo ally a los dos Padres fray Dionisio y puso el
Nunçio el S[anti]s[i]mo Sacramento el año siguiente de 1611. a 6 de Nouiembre
que todo este tiempo tardaron en sacar la liçençia del Parlamento, y comprar
casa y acomodarla. Dio el dinero para comprar la casa Monsieur Vivian que era
del Consejo de Contaduria del Rey y muy amigo del P. fray Thomas. Con esto
queda hecha aquella fundaçion de Paris y aunque [no] pudo poner el P. fray
Thomas el S[anti]s[i]mo Sacramento según las leyes de aquel Reyno pero fue
mucho mejor se estableziesse la fundaçion con autoridad del Parlamento como se
hizo.
Los trauajos que se offrezieron en
aquella fundaçion no fueron tanto el andar negoçiando todo el dia por Paris, Villa
tan grande y de tanto lodo para una
persona de pocas fuerças y salud, y que a penas se podia tener en pie, ny el
estar ally en tiempo que cada dia temiamos que se hauia de reuoluer el pueblo
de Paris contra el Rey y venir adonde estauamos a matarnos, por que muchos nos
mirauan [p.18] como si todos fuessemos Españoles, y no era este temor tan vano
que algunos de los compañeros del Padre aun los mesmos franzeses le tenian bien
grande.
Propuesta de Bérulle
Lo que mas tubo en que padeçer el Padre
fue por occasion de sus mesmos compañeros aunq[ue] todos eran sieruos de Dios.
La occasion era que el P. fray Thomas siendo Definidor g[e]n[er]al en España en
tiempo que los Prelados françeses (entre los quales era el mas prinçipal
Monsieur de Verul) fueron a España por Monjas de n[uest]ra orden para traerlas
a Françia el P. fray Thomas les hauia aiudado mucho, de suerte que fue uno de
los Prinçipales medios que huuo para que negociassen lo q[ue] pretendian que
seria muy largo de referir como esto fue, y quanto los Prelados se indignaron
contra el dicho Padre por hauer fauorezido esta mision de la Monjas a Françia.
Por esta causa los franzeses que le hauian conozido em España, y
particularm[en]te Monsieur Verul, quando
le vieron en Françia holgaronse mucho con el, no por que yua a fundar
Monasterio, por que esto lo sintian mucho, y en particular que el P. fray
Thomas fuesse de la Congregaçion de Italia, y que en su nobre quisiesse fundar
en Paris. Procuraua persuadirle Monsieur Verul con todas todas veras se
juntasse con ellos y desuniesse de la Congregaçion de Italia, y quedasse en la
Françia y dejasse las fundaciones de Flandes. No fue un dia solo, sino que
contunuadamente por muchos perseueraua en esta platica. Si bien el P. fray
Thomas desde el Principio con gran resoluçion le respondio que no lo haria en
ninguna manera, no obstante que le v[e]ia tan constante voluia de nueuo, y con
nueuas instançias pareciendole que con la continuaçion vendria a mouerle,
deziale que si el Rey Enrico 4º viuiesse (con quien el podia mucho) hauria
negoçiado que no le dejasse salir de Françia, y que si el Padre gustaua haria
lo mismo con la Reyna. Nunca se declaró los fines que tubiessen esta pretençion
tan ardiente, ny el P. fray Thomas claramente los pudo alcançar, pero
sospechaua que queria hazer cierta Congregaçion, y entonçes aun no debia de
estar resuelto si la haria de Clerigos (como despues la hizo) o de Religiosos,
y por ventura darle el gouierno de las Monjas de Françia.
El P. fray Thomas aunque le dezia
algunas raçones, como eran la fidelidad que el debia a su Congregaçion, el
venir con orden especial de su santidad a esto, rl no gustar de salir fuera de
la Obediençia, no bastauan para satisfazerlo hasta que un dia le dixo: Señor yo
estoy çierto que el estar en la Congregaçion
de Italia es voluntad de Dios, pues el sumo Pontifice proprio [19] motu me lo mandço, y el venir a estas fundaçiones
tanbien lo es, pues tengo por obediençia. Diziendo ahora donde me constara a mi
que es voluntad de Dios que yo dexe todo esto y me quede en Françia con
v[uest]ra Compañía? Pues ny aquí hay obedienía, ny reuelaçion, ny tenemos mas
prendas qpareçeros a vos ser esto mas gloria de Dios. Esta raçon le hizo tan
fuerça que dixo le hauia concluydo, y que assy no trataria mas desto.
Mientras monsieur Verul trataua esto que fue por muchos dias
conuidauanos a comer muchas vezes y trataua con el Padre a solas grandes ratos,
y aunque el P. fray Thomas con gran llaneza les dixo a sus Compañeros lo que
trataua monsieur Verul con el, pero no bastó paraque uno de los Padres
franzeses començasse a sospechar que le Padre los queria dexar y unirse con los
Prelados de las Monjas. Começo a tratar con los otros dos padres de esto mismo,
y que antes le tenian, no obstante que todos eran sieruos de Dios. Juntamente
todos tres muy de ordinario, y dexauan al Padre solo, y quando les pareçia que
el dormia la siesta, todos tres se salian de la hospederia a otro aposento a
hazer sus juntas, y lo mismo era de noche. Duró esto por muchos dias de que el
Padre estaua harto sentido: y algunas vezes se hallaua tentado para dexarlo
todo, viendo que aquellos por quien trauajaua interpretauan en tal sentido lo
que hazia. Pero al fin ayudandole n[uest]ro señor bolbia sobre si y auiuando la
feé y mirando la gloria de Dios trauajaua todo lo que podia. Passaron otras
muchas cosas que mas son para çuffridas que para dichas, y al fin todos tres se
determinaron de escriuir al P. Vicario g[e]n[er]al a Roma referiendo por çierto
todo lo que ellos hauian imaginado. Pero el Padre como era prudente, y en otras
occasiones hauia esperimentado la fidelidad del P. fray Thomas, no les dio
credito ninguno, antes bien le respondio reprehendiendoles de que ellos le
imputassen tal cosa.
Duraro en esta tentaçion contra el P. fray Thomas por mas de mes y
medio hasta que al tiempo de la partida el P. fray Bernardo que ahora es Prior
de Paris, quando se hauia de despedir del Padre en un meson de Paris, le vino
tan grande sentimiento y pena de lo que hauia
hecho con el Padre, que prorumpio en dos fuentes de lagrimas pidiendole perdon
al Padre de lo que hauia passado, y fue en tanto excesso el llanto que jamas
por gran rato se pudo contener en estar ally presente Monsieur Marellaques que
ahora es del Consejo de Estado del Rey, el qual nos hauia conbidado a comer
aquel dia en su casa, y depues accompañado con otras personas hasta el Meson
donde estaua el Carro de suerte que el buen Padre se huuo de apartar de ally y
voluerse contra el muro para poder disimular, los otros pensauan era de pena de
la partida de los Compañeros. No muchom despues otor de los Padres q[ue] hauia
sido el promouedor de los demas passando [p. 20] Por Brusselas le pidio de
rodillas perdon al P. fray Thomas.
De la fundaçion del conuento de Brusselas
Partió de Paris el P. fray Thomas con el P. fray Sebastian de S.
Franc[is]co y comando los demas compañeros que esperauan en Mons. Llegron a
Brusselas a 20 de Agosto del año 1610. dia de S. Bernardo. Fuimos luego otro
dia a ver a sus AA. Y presentamos al Archduq[ue] el breue de su santidad que
dezia de esta forma:
A Alberto Archiduq[ue]. Etc. Paulus PP.Vs. Dilecte fili Nobilis Vir salutem et Apostolicam benedictionem. Letati sumus plurimum in D[omi]no quod audivimus nobilitatem tuam desiderare, ut in istas Provincias ditioni tuae subjectas introducantur dilecti filij, probi, ac fideles servi Dei fratres Discalceati Ordinis Carmelitani. Plane agnouimus in hoc tuo laudabili desiderio zelum ingenitae pietatis qua celebraris. Et certe ad Catholicae Religionis reparationem in istis partibus nihil opportunius excogitari poterat. Eanamq[ue] est virtus horum servorum Dei, et institutum Religiosae vitae ab eis susceptae diligenter et accurate custodiunt ita ut non minus exemplo quam doctrina et exhortatione homines in viam salutis dirigant. Praese ferunt enim quamdam charitatis minime adumbratam speciem qua facile hominum animos alliciunt, et divini amoris ardore incendunt, speramus itaq[ue] in divina bonitate confisi quod quaemadmodum bonus odor Christi fuerunt omnibus in locis quibus hactenus Monasteria obtinuerunt ita fore ut ex eorum conversatione Nobilitas tua atq[ue] populi ditioni tuae subjecti magnam consolationem in Domino accipiant. Igitur cum dilectus filius pius
Sacerdos Thomas a Jesu frater Discalceatus Carmelitanus, cum aliquot ejusdem ordinis fratribus venturus esset in Belgium constituendi noui Monasterij causa ut accepimus ei ad Nobilitatem tuam, has n[ost]ras litteras perpetui in te amoris n[ost]ri testes dare voluimus, quibus tibi commendaremus cum omni charitatis affectu Ordinem Carmelitarum Discalceatorum ipsumq[ue] praecipue fr[at]rem Thomam virum Pietate, zelo, doctrina, et integritate vitae nobis satis commendatum ac etiam fr[atr]es eius non minus virtutis Christianae similitudine, quam religiosi instituti professione socios. Petimus autem a Nobilitate tua, ut eidem f[rat]ri Thomae et sociis eius benigne fauere velis in omnibus, quae ad introductionem Carmelitarum Ordinis Discalceatorum in Belgium necessaria erunt. Quod tanto maiori fiducia a te postulamus [p. 21] quanto magis novimus grati[..]imam tibi esse omnem occasionem bene merendi de Catholica Religione, quae certe maximam utilitatem acccptura est ex horum filiorum nostrorum opera in istis partibus. Augeat D[omi]n[u]s in te suam sanctam gratiam, et nos Nobilitatem tuam peramanter benedicimus. Datum . Romae apud Sanctum Petrum sub annulo Piscatoris XII. Cal. May MDCX Pontiflcatus n[ost]ri Anno Quinto.
Reçibionos el Archiduq[ue] benignissimam[en]te y la Infanta
co una inercible alegria y contento tanto como si viere a sus proprios hijos
por ser muy deuota de la Religion.
Hallamos n[uest]ra casita aunque pequeña muy cumplidamente
accomodada, Porque la Madre Ana de Jhs, Priora de las Monjas de Brusselas que
era la que hauia procurado viniessemos, hauia pedido una señora llamada Madama
de Rio que nos diesse parate de una casa que ella tenia prestada a un Abad llamado
Mongallard, predicador de S. A. q[ue] ella dio un tan pequeña que no fue poco
hauer comodidad para los que veniamos. En eso poco de casa estaua todo lo
necessario muy bien accomodado.
No faltaron las difficultades en esta fundaçion por que luego
nos las pusieron muy grandes diziendo estaua muy pobre aquella corte despues de
las guerras y que no nos podriamos sustentar. Añadian que el Archiduq[ue] hauia
gastado mas de cien mil escudos en el Conuento de las Monjas Carmelitas, y que
estaua empenadissimo que a esta causa no podria ayudar y que ansy pensassemos
bien lo que conuenia.
El P. fray Thomas respondio que el hauia uenido a fundar y
que de otra manera la Religion no huuiera venido a Flandes, y que assy pedian a
sus altezas le diessen liçençia para esto. Ya que el Archiduque y la Infanta
fueron de pareçer que se hiziesse la primera fundaçion en Brusselas (que a la
verdad la Infanta la desseaua mucho). El confesor del Archiduque propusó al
Padre otra difficultad y era que el Archiduque hauia de confirmar por la sede
Apostolica la escritura de fundaçion del conuento de las Monjas y que hasta que
esto estubiesse hecho no conuenia que las Monjas diessen obediençia a la Orden,
y por el consiguiente se detubiesse la fundaçion. Respondiole el Padre que el
medio que hauia mas efficaz y breue para lo que S. A. pretendia era que se hiziesse
luego la fundaçion, y las Monjas diessen la obediençia al Padre, y que el como
prelado de ella conformaria, y [p. 22] approuaria las escrituras de la
fundaçion, y que viendo el sumo Pontifice que estauan approuadas por el Prelado
el no repararia en nada. Contentioles esta respuesta y asy cessço esta
difficultad- Y començo otra de nueuo de las Monjas que començaron a temer de
hazer nueua profession a los superiores de la Congregaçion de Italia; en
particular algunas que tenian proposito de uoluer a España. En esto huuo harta
difficultad, al fin al cauo de algunos dias se accomodo todo bien, y hauiendo
el Arçobispo de Malinas por orden del Archiduq[ue] visitado la pequeña Iglesia
que teniamos (en la qual en el entretanto deziamos Missa sin tener la Campana
que todo este recato era menester) nos dio liçençia para dezir Missa y poner el
S[anti]s[i]mo Sacramento, el qual puso Mons. Guido Bentiuolio Arçobispo de
Rhodos y Nuncio Apostolico dia de la natiuidad de N[uest]ra Señora 8 del mes de Setiembre, y quedó fundado el
Conuento de Brusselas.
Quien dexeia que viniendo llamados del Archiduque con tanta
instancia hauiamos de tener tantas difficultades, y que no hubiessemos de poner
otro dia despues de llegados el el S[anti]s[i]mo Sacramento. Los Conuentos de Monjas
que eran tres a sauer Brusselas, Mons y Louania dieron la obediençia a la
Orden, que hasta entonçes hauian estado debajo de la obediençia de los Prelados
de Francia y el P. fray Thomas confirmó las Prioras que entoçes eran las quales
hauian venido a Flandes con la occasion que ahora diremos.
Hauian ueniodo las Monjas de España a fundar a Françia como
arriua hauemos apuntado, vinieron las siguientes: la Madre Ana de Jhs, que era
la prinçipal caueza y su superiora, la Madre Ana de S. Bartolomé que entonçes
era lega aunaque despues los Prelados françeses le dieron el velo negro, y
ahora es Priora de Anueres. La Madre Isabel de S. Pablo natural de Anueres e
hija de la casa de Burgos que al Presente es Priora en Louania. La Madre Isabel
de los Angeles natural de la Villacastin Priora de Burdeos. La Madre Beatriz de
la Concepçion natural de Salamanca suppriora de Brusselas y la Madre Leonor de
S. Bernardo nazida en Liexa e hija de del Conuento de Loeches en España. Pues despues de hauer fundado la Madre Ana de Jhs el conuento de Paris, de Pontuesay de Dixon viniesse a
fundar un Conuento en Brusselas. Al fin
hauiendo consentido los Prelados françeses en eso enbió la Infanta a
Dixon el apparato necessario para que las Madres viniessen a Brusselas.
Vinieron la Madre Ana de Jhs, la Madre [p. 23] Isabel de S. Pablo, Beatriz de
la Concepçion y la Madre Leonor de S. Bernardo y trajeron consigo algunas
monjas françeses que les ayudassen. Tenian ya fundadas tres Monasterios en Brusselas,
Mons y Louania. Estos tres Monasterios dieron la obediencia a la religion.
Passamos en Brusselas un año en aquella casa tan pequeña y
estrecha y en todo este tiempo aunque se buscaua con diligençia no se podia hallar sitio conueniente. Aquella
señora llamada Madama de Rio tenia voluntad de darnos toda aquella casa en que
viviamos y juntam[en]te la parte que tenia el Abad de Mongallard para fundar
monasterio. Pero el Abad no gustaua desto y assy un dia estando con el P. fray Thomas en el locutorio
de las Monjas de Brusselas el Abad tomo la demanda por suya y con mucha colera
començo a tratar con el P. fray Thomas no con aquel respecto que le deuia. El
Padre procuró responderle con mayor submission que pudo. Estaua de la parte de
adentro del locutorio la Madre Beatriz de la Concepçion suppriora de aquel
conuento y ella sintió muchisimo oyr las palabras que el Abad dezia al Padre.
Fue tanta su pena que N[uest]ro Señor actualm[en]te la consoló con una vision
que ally tubo, donde le representó una casa muy linda que hauiamos de tener, y
ella lo dixo con mucho contento al P. fray Thomas y a la Madre Ana de Jhs, que
no solo entonçes sino en muchas occasiones repetia que ella tenia esperança de
ver esta casa en execuçion como la hauia
visto en Vision.
Acauo de muchos dias hallamos un admirable sitio muy
espacioso y en la mejor parte de Brusselas y muy barato y un sitio en que nadie
pensaua: quedaron todos admirados de hauer descubierto tal sitio y la Infanta
quando lo vio dixo: este sitio se puede llamar de milagro. Pusieron sus Altezas
la primera piedra en n[uest]ro sitio con grandisima solennidad haziendo el
officio Mons. Bentiuollo Nuncio Apostolico año de 1611 y luego se allegó de limosna de
particulares señores y Caualleros quasi treynta mil florines y en tres años
graçias al señor se accauo casa y Iglesia en la qual se puso el S[anti]s[i]mo
Sacramento el dia mesmo de n[uest]ra santa Madre en que se celebró su
beatificaçion año de 1614 a 5 de Octubre. Dixo la misa el Arçobispo de Malinas,
por toda la octaua de la santa Madre dixeron Missas varios Prelados, y Obispos
y el dia octauo dixo la Missa Mons. Nuncio y predicó el Arçobispo de Cambray
llamado…..Dedicose la Iglesia a n[uest]ra s[an]ta Madre, y fue la primera
que se le dedicó después de su beatificaçion
por estar accauada en aquella occasion.
Sea la gloria al señor por todos los siglos. Amen. [p. 24]
De la fundaçion del conuento de St Joseph en Louania
Por hauer sido estas fundaciones que se siquen del conuento de
Brusselas y hauerlas fundado el P. fray Thomas
Prior de la mesma casa y con los frayles conuentuales de ella seria justo que
digamos de ella.
Siendo General de la Congregaçion de Italia el P. fray Juan de Jhs
Naria desseaua fundar en Colonia, y en Louania, y dauale mucha priessa al P.
fray Thomas que fuesse a Colonia, peró hauiendo sauido el Padre, que los Padres
Capuchinos hauian entonçes accauado de fundar un Monasterio en Colonia
pareçiole seria mejor fundar en Louania, donde por razon de aquella
uniuersiadad no seria de menos prouecho
a questa fundaçion que la de Colonia. Trató con algunos del Migistrado y
hizieron grandissma difficultad por ser la villa pobrissima para admitir orden
que viuiesse de limosnas, el Padre viendo que donde no hay no se pierde mucho
en no pedir dixo que se contentaua de fundar sin grauamen de la villa y que no
pediria limosnas, aun en esto reparauan y fue necessario de ayudarse de cartas
del Conde de Anouer que escriuió al Magistrado. Admitieron al fin la religion
con esta condiçion , y el P. fray Thomas pidio liçençia al Arçobispo de
Malinas, y el respondio que no solo le daua liçençia para Louania, sino para
todas las villas de su Arçobispado. Estaua el Arçobispo afficionadissimo a la
religion, assy por el buen olor que daua como por el zelo aunque le hauia
ayudado el P. fray Thomas contra un hereje cautiuissimo de Brusselas y aunque
no pensaua tratar desto contaré aquí breuemente lo que passó.
Hauia en Brusselas un hombre tenido de todos por un santo en lo
exterior muy modesto, y muy rectorico en la lengua flamenca con que atraya a si
mucha gente, no sauia mas que latin y era tan presuntuoso que menospreçiaua a
Bellarmino, y todos los authores que han escrito. Era muy estimado entre los
Padres Capuchinos, Cartuxos y le uenrauan por santo, trataua con muchas
personas recogidas. Tenia muchos sacerdotes discipulos que le seguian y
estimauan. Uno destos dio quenta al Arçobispo de çiertas proposiçiones que este
hauia dicho y de otras açiones suyas, y en particular que este tenia escrito
alugunos libros de mano en lengua flamenca [p. 25] y que uno llamado Theologia
Germanica. La taya siempre entre las manos y lo daua quasi a todos aquellos con
quien trataua. Cometia el Arçobispo al P. fray Andres de Soto, Confessor de la
Infanta. Al P. Rector de la Compañía y al P. fray Thomas el censurar aquellas
proposiçiones, y hallando algunas herejias cometio al P. fray Thomas exeminasse aquel libro llamado Theologia
Germanica, hizolo el Padre con diligençia y trauajo que le costó muy grande el
decubrir aquella trama tan secreta que aquel libro tenia, que apenas si no era
con mucho estudio y trauajo, se podia entender. Al fin el Padre descubrio
muchas heregias con aquel libro, por que tenia qasi todas las de los Bogardos y
hereges de n[uest]ro tiempo tan disimuladas que con andar aquel libro en manos
de muchos nadie le juzgaua por malo, tanto que el Padre le hauia leydo mucho antes
que el Arçobispo se lo cometiesse y no hauia hallado cosa en que tropezar tan
disimulados tenia los errores. Escriuio un tratado contra estos errores, y
quasi todos los doctores de Louania y el Padre Lessio de la Compañía firmaron
la censura que el P. fray Thomas hauia dado, diziendo tenia aquel libro muchas
proposiçiones hereticas temerarias, scandalosas.
Los Padres Capuchinos pareçiendoles que condenado aquel libro que
ellos estimauan los condenauan a ellos, salieron a quererle defender y un
lector de Theologia saco una Apologia en defensa de aquel libro y lleuandola a
Louania y a otras uniuersidades no hallaron quien la firmasse. El Arçobispo
enbió a Roma la Censura del P. fray Thomas
firmada en Louania y la
Congregacion de Indice librorum sacó un decreto en que mandó prohibir este
libro de la Theologia germanica.
Por otra parte dio el P. fray Thomas quenta a sus Altezas de lo
que passaua y el Archiduque mando al Arçobispo prendera este hereje, con que se
alborotaron algunos en Brusselas contra el P. fray Thomas, diziendo que queria introduzir en Flandes la
Religion de España, y que un libro aprouado por tantos años queria condenarlo,
y otras cosas semejantes, con que algunos deuotos de la Orden començauan a
temer hauiamos de perder mucho con el pueblo, que no gusta de rigor en ninguna
cosa. El P. dezia que el Arçobispo le hauia cometido aquel libro, y que el no
podi dejar de dezir lo que sentia. En fin preso (Paulo) al Arçobispo hizo
essaminarle 40 proposiçiones hereticas, mandolas [p. 26] quemar el Arçobispo y Paulo se reduxo muy de
veras y abjuro todos aquellos errores con que fue dado por libre. A esta causa
tenia el Arçobispo deuoçion con la Religion y en particular el Padre, y assy
dio la liçençia tan general como he dicho.
Como se defferia algun tanto el poner el S[anti]s[i]mo Sacramento en Louania, los del Magistrado querian negar
la liçençia ya dada. Entendiole el P. fray Thomas y vino con mucho secreto a
Louania, y alquilo luego una casa que hauia sido Collegio de los Irlandeses, y
aquella tarde se fue el con el P. fray Sebastian a limpiar y varrer la casa que
tenia gran abundancia de vasura y telarañas, por que hauia muchos dias habitaua
y enbió a Brusselas que viniessen otro dia a las nueue algunos Religiosos, y
assy hauiendo venido quatro o çinco, el mismo dia que le hauian dicho hauian de
entrar en el Magistrado a contradeçirlo, antes que ellos entrassen, dixo la
primera Missa y puso el S[anti]s[i]mo Sacramento, y se enbió a dezir assy al Magistrado con que no
hablaron mas de esto y assy quedo hecha la fundaçion deia de Presentaçion de
n[uest]ra señora a 21 de Nouiembre de 1611 años.
Llamos de S. Joseph despues le
mudo el titulo el P. fray Nicolas de la Conçepcion y llamole de S. Alberto.
Luego que el P. fray Thomas puso el el S[anti]s[i]mo Sacramento fue a ver una
casa que le dezian se vendia y que era buena; vista, le parçio muy a proposito
y sauiendo que el señor della vivia en Anueres, se partio luego a Anueres para
comprar la casa. Conçertose con el dueño en quatromil y dozientos florines
pagados dentro de seys meses, y que si, venido el plaço no se pagassem quedasse
la venta desecha, no hauia otra pena, por que a la verdad el señor de la casa
tenia poca gana de venderla. El P. fray Thomas no tenia dineros, ny donde
hauerlos, antes estaua muy apretando para dar prinçipio a su fundaçion en
Brusselas, y assy quando voluio de Anueres y dixo a los religiosos y
religiosas, que hauia comprado casa para Louania no se dexaron de espantar, y
por ventura algunos juzgauan no hauia sido açertado. Llegauase el plaço de
pagar la casa que hauia de ser para la fiesta de Nauidad y el dia de S. Thomas
Apostol vino un cuñado del vendedorr adezir al Padre que pagasse pues era
llegado el plaço, el respondio que [p. 27] aun faltauan algunos dias, y que en
el entretanto el procuraria proueer, fiando de la prouidençia daria lo que
faltaua que era todo. Esse mesmo dia a la tarde rezibio el Padre una carta de
Roma con una zedula de cambio de mil escudos de oro que hauia mandado para la
fundaçion un gentillhombre Genoues rico que hauia profesado en Roma, y dio
muchas graçias a Dios assy por el cuydado que tenia de acudir a la necessidad
de sus sieruos, como por hauer sido en tal oportunidad y en tal dia que era el
de S. Thomas de su nombre y su Patron, y lo que faltaua que eran hasta 800
florines los huse prestado, y pago la casa en que ahora viven.
De la fundaçion del Monasterio de St Joseph de Colonia
Daua gran prisa el P. fray Juan
de Jhs Maria General al P. fray Thomas para que fuesse a fundar a Colonia, por
que desseaua mucho que la Religion metiesse el pie en Alemania. El Padre no lo
desseaua menos, peró veya no ara uan tiempo, a causa de estar muy reçiente la
fundaçion de los Capuchinos, y dezirle todos sus amigos que seria bien esperar
algo mas. Pero el Padre General no admitia esta causa y le pareçia era temer
las dificultades que se podrian offreçer en aquella fundaçion, que eran muchas
y assy no le escriuia carta en que no le tratasse de la fundaçion de Colonia.
En esta sazon el Principe
Elector vino a Lieja y como estaua çerca de Brusselas determinose el Padre de
yrlo a ver y lleuarle un breue de su santidad en que le encarga esta fundaçion.
Fue, trató con el Principe Elector del
desseo que tenia la Religion de fundar en Colonia. Diole quenta de su
instituto, e intentos. El Principe le oyo con
grandes muestras de clemencia, y entre otras cosas que dixo fue, que el
tenia tan buenas nueuas que holgara mucho tenerla en cada ciudad de su Arçobispado,
y offreçió que el ayudaria tod quanto pudiesse, y que dexasse que los
Capuchinos comprassen sitio, y luego podriamos yr por que no impidissemos los
unos a los otros. Diole el P. fray Thomas el breue de su santidad, y partiose a
Brusselas. El breue dezia desta manera: [p.28]
Venerabili fratri Ernesto ArchiepiscopoColoniensi Romani ImperiiPrincipi Electori.PAULUS PAPA V.Venerabilis Frater salutem,et Apostolicam benedictionem.1. Pergratum credimus fore fraternitati tuae, petamusa te, ut quos rogaturus esses Dominum messis tibi mitteret Operarios,peramanter excipias,certumque locum, ac Sedem in latissimo agro culturæ Sacerdotalis tibi commisso eis tribuas.2. Cupimus dilecti filii Præpositus Generalis, et Fratres Ordinis Carmelitani Discalceatorum zelo divini honoris, et animarum salutis incensi erigere Monasterium in Civitate Coloniensi, eaque de causa mittunt ad fraternitatem tuam Religiosos hos viros ejusdem Ordinis Fratres bonos, ac fideles Dei servos, qui tibi nostras has litteras reddent, et commune illorum desiderium declarabunt .3. Quantum ex tuis litteris sperandum sit ad Ecclesiæ Sanctae Catholicæ exaltationem, et quantum adjumenti in tuis Pastoralibus laboribus tibi polliceri possis ex istis bonis operariis , fructus animarum, qui admirabilis colligitur, ubicumque hactenus se receperunt, abunde demonstrant. Soli Deo secrviunt, ejus honoris, et animarum salutis tantummodo satagunt , celestia meditantur , terrena despiciunt, doctrina, et charitate Apostolica pleni Christianam virtutem, quam verbo docent, exemplo demonstrant. Sed haec fraternitati tuae satis comperta esse existimamus, ideoque tanto magis fratcernitatem tuam hortamur, atque efficaciter requirimus, ut amanter, sicut speramus, Carmeltarum Fratrum Discalceatorum votis annuas, illis domicilium opportunum piis, et salutaribus functionibus eorum tribuas, atque omnibus charitatis officiis pro consueta pietate , ac benignitate tua ipsos, nostra potissimum causa prosequaris: Nam ita eos tibi commendamus, ut majori studio, animique Nostri affectu non possumus.4. Omnipotens, ac misericors Deus super te clementer respiciat, cogitationes, et consilia tua omnia in suo sancto bencplacito disponat, atque perficiat, teque continua protectione cuftodiat., & Nos fraternitati tuæ peramanter benedicimus. Datum Romæ apud S. Marcum, sub Annulo Piscatoris, Calendas Septembris 1611. Pontificatus nostri Anno VII.
Hazia cada dia grande instançia
el P. General, y para obligar al P. fray Thomas a que fuesse luego enbió desde
Roma a Colonia a un Padre Aleman llamado fray Joseph, y escriuó al P. fray
Thomas se partiesse luego a Colonia. Era esto al principio del Inuierno a medio
del mes de Nouiembre del año 1613 y el Padre se partió luego hauiendo pedido al
Archiduq[ue] cartas para el senado de Colonia. Lleuó consigo al P. fray Dionisio françes[1] y a un
[p. 29]
Hermano donado. Llegaron todos
tres a Mastriq[ue]. Iua el P. fray Dionysio con poca feé de que aquella
fundaçion se haria, y no era de marauillar, que el mismo sentimieto tenian
todos los Religiosos de Flandes y Francia. Pareziole al Padre mejor yrse solo
con el donado, que lleuar a un compañero tan desconfiado, y assy desde
Mastrique le enbió a predicar el Aduiento a Flandes, y el alquiló una carreta
sin cubierta ninguna, y era el tiempo tan rezio y de tan malos caminos que con
hauer de Mastrique a Colonia sino 15 leguas tardaron cinco dias, padeçieron el
y el donado harto frio y agua y ninguno sauia la lengua.
Llegaron a Colonia y halló el P.
fray Thomas al P. fray Joseph Aleman cargado de mediçinas y botezillas contra
la peste, y vinose muy contento al P. fray Thomas y dixole: mire Padre que de
preseruatiuos he comprado para la peste! El Padre le dixo: como Padre essos
remedios busca para la peste? Dexese de esso: no era marauilla que el Padre
temiesse tanto, pero el pe. fray Thomas
no quiso tomar preseruatiuo ninguno[2]. Estuuimos
en los Padres del Carmen todo el tiempo que duró el prcurar la fundaçion que
fueron quasi dos meses.
En este tiempo andauamos
disponiendo los animos y voluntades de los del senado que como son muchos hauia
bien trauajar, peró por mucho que se hazia, y trauajaua aprouechaua poco. Fue
ante todas cosas el P. fray Thomas a ver al Elector que estaua en Bona quattro
leguas de Colonia y lleuole una carta del Archiduq[ue] Alberto y otro breue de
nueuo de su santidad que dezia en esta forma
Venerabili fratri FerdinandoArchiepiscopo ColoniensiSacri Romani Imperii Principi Electori .PAULUS PAPA V.Venerabilis frater salutem, et apostolicam benedictionem
1. Cupiunt dilectii filli Prarpositus Generalis et Fratres Ordinis Carmelitani Difcalceatorum zelo divini honoris, et animarum salutis incensi erigere Monasterium in Civitate Coloniensi, eaque de causa cum hactenus miserint aliquot ex Fratribus sui Religioni Ordinis in Belgium viros probatae virturis, bonos, ac fideles Dei servos , modo voluerunt, ut dilectus filius pius Sacerdos Thomas a Jesu unus ex ipsis jam missis Fratribus tibi Nostras has litteras redderet, et commune illorum desiderium declararet . Vir sane ut religione doctrina, acque charitatis zelo, ita animi alacritate, etudio, atque diligentia in procuranda Dei gloria, atque proximi salute Nobis valde laudatus.2. Quantum utilitatis sperandum sit, ad Ecclesiae sanctae Catholicae exaltationem, et quantum adjumenti in tuis pastoralibus laboribus tibi polliceri possis ex istis bonis operariis , fructus animarum, qui admirabilis colligitur, ubicumque hactenus se receperunt, abunde demonstrat. Soli Deo secrviunt, ejus honoris, et animarum salutis tantummodo satagunt, celestia meditantur, terrena despiciunt, doctrina, et charitate Apostolica pleni Christianam virtutem, quam verbo docent, exemplo demonstrant. Sed haec fraternitati tuae satis comperta esse existimamus, ideoque tanto magis fraternitatem tuam hortamur, atque efficaciter requirimus, ut amanter, sicut speramus, Carmeltarum Fratrum Discalceatorum votis annuas, illis domicilium opportunum piis, et salutaribus functionibus eorum tribuas, atque omnibus charitatis officiis pro consueta pietate , ac benignitate tua ipsos, nostra potissimum causa prosequaris: Nam ita eos tibi commendamus, ut majori studio, animique Nostri affectu non possimus.3. Omnipotens, ac misericors Deus super te clementer respiciat, cogitationes, et consilia tua omnia in suo sancto bencplacito disponat, atque perficiat, teque continua protectione cuftodiat.Datum Tusculi sub Annulo Piscatoris 14. Calendas Junii 1612. Pontificatu Nostri Anno Septimo.Petrus Stroza.
[p. 30] El Prinçipe reçiuió con
gran affecto al P. fray Thomas con quien antes hauia tratado en Liega de esta
mesma materia y desseando ayudar tan santa obra dixo que le propusiera todos
los medios que a el se offrezian que pudiessen façilitar aquella fundaçion de
Colonia. ( Como no fuesse el pedirlo el al senado que esto no conuenia a su
authoridad) que todo lo demas haria y el caso era que toda la difficultad
estaua en dar su consentimiento el senado. Peró como los Electores de Colonia andan
con el senado muchos años ha en pleyto sobre la jurisdiçion de aquella villa
pareçiale al Principe, que pedir al senado esto era confessar que el tenia
jurisdiçion en la villa. El Padre le dixo que en lo que su Alteza le podria
ayudar era que por medio de algunas personas poderosas tratasse esto con el
Magistrado, sin que se entendiesse venia de su Alteza, y que nos diesse algun
sitio ecclesiastico para fundar. El Principe offreçio lo uno y lo otro, y
desseaua de que n[uest]ra Religion fundasse ally a su parecer sin trauajo,
trató con el Padre muy de proposito que tomasse la religion aquella casa del
Carmen por parezerle a el no estauan tan reformados, y si no toda la mitad y
que el le offrezia de traer breue de su santidad, sin que la Religion se [p. 31]
metiesse en esto. El Padre le dio muchas razones mostrandole no les conuenia,
de mas que sus Prelados jamas hauian querido rezibir casa ninguna de los Padres
del Carmen aun offreziendosela el summo Pontifice, mucho menos tomarian la de
Colonia. Con esto el Padre dexo al Principe bien affecto, peró no con muchas
esperanzas de que por su medio se negoçiaria nada con el senado.
Antes de hablar con el Principe
hauia hablado al Conde de Hooezollern (Canonigo de Colonia, persona muy pia, de
muchas partes y talento, y mayordomo del Principe por cuyo parezer se gouiernan
todas las cosas espirituales y temporales que al Principe pertenezen), y el
aunque reziuio con grande affecto al Padre, peró dijole que no venia en buena
sazon por que aun no hauia accomodado a los Padres Capuchinos de sitio para su
casa, y que seria hazernos daño los unos a los otros, y que assy su parezer era
se voluiesse a Brusselas, y tornasse despues de tres meses. El padre le dixo
que el era enviado ally por el P. General, y que dentro de dos o tres meses se
hauia de partir a Roma al Capitulo g[e]n[er]al, y tenia orden de su General de
hazer todo lo que pudiesse para concluyr antes del Capitulo G[e]n[er]al, y que
allende desto su Religion quando fuesse admitida no podria dañar en nada a la
de los Capuchinos, por que ellos por ahora se contentauan de tener de prestado
una casa alquilada, y para esto no era menester ponerse en trauajo, ny su
alteza, ny señoria M.ma. Quedó el Conde satisfecho de esta respuesta y offreçio
de ayudar todo lo que pudiesse.
Volviose el Padre a Colonia a
tratar con los del senado, los quales estauan bien lexos de dar su
consentimiento para esta fundaçion. Teniamos ally otros muchos contrarios en
primer lugar a los Religiosos de otras Ordenes, que aleguauan extrema
necessidad, y que si entrauamos no se podriam sustentar, juntamente con ellos
otras personas ecclesisticas, y constituidas en dignidad, que les parezia no
podia Colonia sustentar tantos Religiosos pobres.
Andaua el P. fray Thomas desde
la mañana a la noche por el yelo, nieue y agua tratando con unos y con otros, y
aunque el solia padezer en otros tiempos de frio mucho del estomago, con ser
aquellos tan grandes y por Nauidadm y con poquissima comodidad de comida, y
leña para calentarse, dezia que nunca despues que era Religioso se hauia
hallado mejor ny mas agil, ganaua algunos amigos peró pocos y poco poderosos.
Hauia tenido nueua el P. fray
Thomas que el Conde de Bucquoy Capitan g[e]n[er]al de la Artilleria en los
estados de Flandes, era electo por el Emperado Matthias en [p.32] Capitan
g[e]n[er]al de todos sus campos y que se hauia de yr presto a Praga y passar
por Colonia. Era el Conde grande amigo del Padre y muy deuoto de la Religion, y
assy le parezio seria conueniente esperar esta occasion y que el Archiduque le
encargasse de nueuo al Conde que en su nombre hablasse al senado de Colonia
para que nos admitiesse, y assy se determinó de esperar al Conde y en el
entretanto negoçiar lo que pudiesse.
Tardauase mucho el Conde y aun
hauia opinion que no yria aquel año a Alemania a causa de estar el Archiduque
muy malo, y assy reparauan que un hombre como el Conde (si a caso el muriesse )
faltase de sus estados, por ser valerosissimo soldado. Por otra parte n[uest]ros
negoçios cada dia se yuan poniendo peor, de suerte que no hauia ninguno en
Colonia, que se persuadiesse se haria n[uest]ra fundaçion. Estas eran las
nueuas que cada dia nos trayan n[uest]ros amigos. Estauan bien desconsolados
los Compañeros y el P. fray Thomas bien dudoso del sucesso. Un dia vinieron
algunas personas represnetrales las muchas difficultades que hauia en esta
fundaçion, y que no hauia que tener esperança ny de ella, ny de la venida del
Conde. El Padre hauiendose ydo, se fue un poco a la oraçion a encomendar a
n[uest]ro señor el sucesso de esta fundaçion. Y hizo voto a n[uest]ro señor y
al glorioso Padre S. Joseph que aquella casa se llamaria de S. Joseph. No huuo
bien accauado de hazer el voto quando instantaneam[en]te le dio n[uest]ro señor
una certidumbre muy grande que se haria aquella fundaçion, y que seria aquella
casa de mucha gloria y seruiçio suyo. Fue esto de suerte que nunca mas pudo
dudar de esto, y assy les dixo a sus Compañeros que no tubiessen pena que
ciertam[en]se te haria la fundaçion, y como de cosa que no podia dudar se lo
escriuio al P. General contando lo que le hauia passado. Quiso n[uest]ro señor
sucediess ansy por que antes que passassen ocho dias llegó el Conde de Bucquoy
a Colonia, al qual al tiempo de su partida el Archiduque le encargó viniesse
por Colonia y nos ayudasse, y la Infanta le dixo: mire Conde que estan alla n[uest]ros
Padres Carmelitas, y que es necessario les ayudeis, y pidais al Magistrado esto
en mi nombre. Llegado el Conde a Colonia hizo juntar el senado, y trató con dos
personas que deputaron de n[uest]ra fundaçion, dixoles muchas cosas de la
Religion, que era muy deuoto de ella, y hijo de Confession del P. fray Thomas,
dioles cartas del Archiduque al senado, (leydas y propuestas las razones)
el P. fray Thomas dio un breue del Sumo Pontifice para el Magistrado el qual
dezia desta manera
[p. 33]
Dlectis filiis senatui Coloniae AgripinaePAULUS PAPA VDilecti filii salutem et apostolicam benedictionemExposuit Nobis dilectus filius pius, ac religiosus vir Praepositus Congregationis S. Eliæ Ordinis Carmelitarum Discalceatorum, Fratres suos valde desiderare, ut eis in Civitate vestra locus opportunus construendo Monasterio concedatur; eaque de re saepius actum esse, satisque, propensam erga se voluntatem civium vestrorum expertos fuisse, propterea existimare, si vobis diligenter illos commendaremus, fore pro vestra in Nos filiali pietate, et observantia, ut negotium ab ірsis valde desideratum facilius absolvatur.2. Cum autem Fratres istius Ordinis ubicumque hactenus domicilium habuerunt bonus Christi odor semper fuerint, maximamque utilitatem animabus fidelibus eorum laudabili conversatione attulerunt, idque potissimum experimur quotidie in hac alma Urbe nostra, tam pio , honestoque illorum desiderio deesse nolumus, præsertim spe freti , quod cooperante divina gratia, vobisque eos excipientibus magno cum foenore apud vos negociaturi sint talentum, quod a Domino acceperunt. Commendamus itaque vobis majorem in modum probos, ac fideles istos Dei servos filios Nobis apprime dilectos, eritque Nobis gratissimum, si quemadmodum confidimus, Nostra hac commendatione voti sui compotes evaserint, ut ad Dei gloriam, et ad vestram spiritualem consolationem valde desideramus, et cum omni charitatis affectu Nostram Apostolicam benedictionem vobis impartimur. Datum Romæ apud S. Mariam Majorem sub Annulo Piscatoris Calendis Junii 1613. Pontificatus Nostri Anno IX.
Petrus Stroza.
Y leydas y propuestas las razones
que hauia al fin el senado dio su consentimiento para que fundasse ally la
Religion con tres condiçiones. La primera que pidiessemos limosna solo a los
conozidos y no de puerta en puerta al pueblo. La 2ª que no fuessemos sino doze.
La 3ª que no hauiamos de pedir al senado casa o sitio secular, por que es
costumbre en aquella villa que sin liçençia del senado ning[un]a Religion puede
comprar casa ny sitio ninguno. Vinieron con estas propuestas al Conde de
Bucquoy con quien estaua el P. fray Thomas, y hauiendo oydo el Conde la
respuesta y condiçiones, dixole en secreto al P. fray Thomas que no reparasse [p.
34] en aquellas condiçiones, ny replicasse palabra, que lo que hazia al caso
era el entrar, que las condiçiones otro dia se quitarian, y assy el Conde de
parte de los Archiduques les agradeçió lo que hauian hecho, y el P. fray Thomas
de parte de su Religion.
Luego el P. fray Thomas procuró
alguna comodidad para fundar su monasterio. No hallaua ninguna conueniente como
el desseaua, al fin alquilo una casa pobre y puso en ella el S[anti]s[i]mo
Sacramento dia de la purificaçion de N[uest]ra señora dos de febrero del año
1614. Llamose de S. Joseph como el tenia hecho voto. Fue aquel dia de gran
consolaçion para todos, y principalm[en]te para el Padre que le hauia costado
tanto trauajo, y luego se partieron a Brusselas por que instaua el tiempo de yr
al Capitulo g[e]n[er]al a Roma.
Enbió luego por Vicario de
aquella casa al P. fray Dionysio de la Madre de Dios con otros dos o tres
Religiosos, y el se partio a Capitulo donde fue electo por prior de aquella casa el P. fray Clemente de
S[an]ta Maria, y entre tanto el P. fray Dionysio tenia poco gusto en aquella
fundaçion, parezianle duras las condiçiones, y tanto que venido a Colonia el P.
Prior trataua con el seria bien escriuir al P. General se dexasse, y que
entretanto no hiziessen los offiçios diuinos publicamente, y con esto salio de
Colonia y voluio a Paris adonde le hauian señalado conuentualidad. Peró el
Padre no lo hizo ansy antes bien procuró que se siguiesse la comunidad
esperando en Dios se quitarian aquellas condiçiones, y en este tiempo vino el
exercito del Rey a los estados de herejes y a petiçion y ruego del senado de
Colonia desmantelaron una que estaua media legua de Colonia llamada Mullhem
donde hauia muchos herejes, los quales amenazauan la total ruina a la Ciudad de
Colonia y con esta occasion el Marques Espinola M[..]re de campo g[e]n[er]al
escriuio una carta al senado para que quitassen aquellas condiçiones y ellos
las quitaron todas, y los Padres compraron una casa bonissima donde estan ahora
muy bien accomodados gr[aci]as al señor, y donde con su graçia y fauor se
estenderá por toda Alemania pues ya la piden de algunas partes.
[p.35]
De la fundaçion del conuento de S Joseph en la villa de Douay
Desseaua P. fray Thomas fundar un
Monasterio en Duay assy por hauer una uniuersidad famosa en aquella villa,
donde podria leerse la Philosophia, como
por ser en las Prouinçias de Valones que son animosos para la penitençia
y aspereza de la religion y muy determinados en sus resolusuines, pareziendole
que de aquí se podrian recibir muy buenos sujetos para la Religion. Vino en
esta occasion el P. fray Ferdinando de S[an]ta Maria General de la Congregaçion
de Italia a visitar estos conuentos de estados de Flandes y dio la liçençia
para hazer esta fundaçion.
Vino el
P. fray Thomas a Duay con el el P. fray Luys de S. Franc[is]co françes que
antes hauia sido Prior de Paris. Trajo cartas del Archiduque para la villa de Duay
en recomendaçion de n[uest]ra Religion
otra para el Gouernador que era el Conde de Anapes para que fuesse el
solicitador de este negoçio. Vino el Padre primeram[en]te a Anapes donde estaua
el Conde, y hauiendo leydo la carta del Archiduque se puso aquel dia en camino,
y para salir mejor con este negoçio vino a la Abadia de Marchiena donde hauia
un Abad amigo del Conde, y rogole viniesse a Duay con nosotros, y enbio a rogar
lo mismo al Baron de Vatines Gouernador de Lans Cauallero muy principal de la
casa de Memoraniy de los Condestables de Francia y muy dauoto de la Religion.
Antes de llegar a Duay enbio el Conde a pedir al Magistrado le enbiassen dos
personas del, con quien tenia que tratar un negoçio que su Alteza le hauia
mandado, vinieron otro dia, y encontramolos en el camino. El Conde pensaua que
el negoçio era muy façil dixo, que juntassen a las nueue el Magistrado y que
leyessen aquella carta de su Alteza. Adelantaron se los dos del Magistrado para
auisar a los que se hauian de juntar y nosotros veniamos enpos de ellos. Venian
quattro carrozas con tanto accompañamiento como si viniesse el Archiduque. El
Padre y su compañero venian en una solos y hechadas las cortinas, y el P. fray
Thomas venia con poco gusto por q[ue] le pareçia que tanto apparato no venia
bien con una fundaçion de frayles pobres, que no deuen hazer ruydo, y assy
venia muy mortificado, y assy por esto como por que veya que este negoçio se
tomaua con mucha priessa, y assy se lo dixo al Conde, el qual como no tenia
experiençia de lo que el demonio haze por impedir una fundaçion le pareçia cosa
hecha y no hauillan cosa en q[ue] pudiessen [p. 36] Reparar pero el P. fray
Thomas le dixo luego que seria çierto el excusarse y dezir que la villa era
pobre, y tenia muchas religiones. Llegaron a Duay y todos se fueron a la casa
del Abad de Marchiena.
Propuso
el Magistrado el negoçio, leyose la carta del Archiduque que dezia de esta
manera.
Carta del Archiduque al Magistrado de Duay
Les Archiduq[ues] Treschier et feal, Nous ayant le Père g[e]n[er]al del Ordre des Carmelites deschaux n´aguaires arrivé par de ça remostré le desir qu’il a de faire traiter de la fondation d’un Cloistre dudit ordre en n[ot]re ville de Douay affin que les jeunes Religieux dicelluy ordre estans en nos pays de par de çà ayant tant plus de commodité d’estudier. Considerant par nous le grand bien et proufit que celuy dudit ordre font par tout ou ils sont par leurs bonne vie, doctrinne et exemple, et celluy quil est a esperer ils feront aux Douay al aduancement del horreur de Dieu et de n[ot]re S [ain]e foy et Relligion Catholique Apostlique Romaine, Nous avons bien voulu vous faire la presente pour vous dire et assurer que ce nous serat chose fort aggreable que de v[ot]re part vous apporties tout que pourra dependre de vous affin que ledit Père General puisse effectuer ceste sienne bonne et pieuse intention a la quelle fin il envoye par de la le Père frere Thomas de Jhs relligieux dudit ordre present porteur. De qui vous entendres plus particulierm[en]t le tout. A tant Trescher et feal n[ot]re seig[neu]r vous ayt en sa s[ain]te garde. De Bruxelles le VIIIe d’Aougst 1615.
Leyose
la carata, y el Magistrado nos dio la exclusiva, y enbiaron dos al Conde de
Anapes con un pliego de excusaçiones por las quales no nos podian reçiuir que
todos vienian a parar en el ser la religion pobre, y hauer muchos Monaster[i]os
pobres en la villa, y assy pedian al Conde que enbiasse aquellas razones suyas
al Archiduque.
Oyó el
P. fray Thomas la respuesta y no le dio pena ninguna por que aquella mañana,
abriendo un libro de Imitatione Xp[ist]i de Thomas a Kempis para recogerse un
rato a la oraçion, la primera cosa que encontro en el libro fue: fili comitte
mihi causam tuam, et ego disponam eam in tempore suo. Luego entendio que no
saldria por entonçes la liçençia del Magistrado, y que se haria mucho mejor
despues, y assy reçibio con muy alegre semblante la repuesta [del] [p. 37] Magistrado,
esperando mejor tiempo y occasion. Volviose a Brusselas, dio parte al Archiduque
de lo que passaua, y entre otras cosas le dixo, que era cosa muy dura y fuerte
que los Religiosos por professar la pobreza euangelica huuiessen de ser
priuados del beneficio publico de las uniuersidades que era comun a todas las
gentes, y que esto era en gran detrimento de la Iglesia, y de sus estados, y
que las uniuersidades hauian sido estableçidas por los Prinçipes fundadores de
ellas para que en ellas estudiassen para seruir a la Iglesia, y
principalm[en]te los Religiosos que son los que la defienden, y que assy no
permitiesse que en sus estados fuessemos excluydos por ser pobres. El buen
Principe respondio que no lo permitiria y escriuio otra carta al Magistrado de
Duay en que dezia era necessario nos admitiessen y por ser escrita con tanto
affecto la pondré aquí.
Carta del Archiduq[ue] Alberto para el Magistrado de Duay
[no
hay texto de la carta – sitio vacío]
Volvio
el P. fray Thomas con esta carta a Duay y halló bien enagenados los animos de
tados del Magitrado, comenzó por si y por medio de sus amigos a disponerlos y
el que mas ayudó fue el varon de Vatines Gouernador de Lans, y ahora el Conde
de Etres y Morbeque, y fueron dando a entender al Magistrado, que en Duay no
pretendian vivir de limosnas, que por ser pobre la villa tendrian renta [p. 38] Peró que en el entretanto pudiessen
pedir a los deuotos y amigos. Con esto se yuan ablandando y juntosse el Magistrado, y el P. fray Thomas por medio
de su compañero (que el no sauia françes) les propuso algunas razones que les
hizieron harta fuerça, y assy todos sin faltar ninguno dieron su consenti[mien]to.
Y un Abad llamado de Anxi prestó su casa que no costó poco el Negoçiarlo, y el
dia de n[uest]ra S[an]ta Madre, 5 de Octubre Año de 1615 dixo la primera Missa
y puso el S[anti]s[i]mo Sacramento el Obispo de Arras, y hallose presente mucha
gente prinçipal y algunos Abades. Llamose le conuento de S. Joseph y de S[an]ta
Teresa. Puso el Padre por vicario al P. fray Luys de S. Franc[is]co que antes
hauia sido Prior de Paris y començose luego aquel año a leer la Philosophia, y
assy quedó hecha esta fundaçion de que sean dadas grçias a n[uest]ro señor por
siempre.
De la fundaçion de Lilla
„De la fondacion del
desierto de s. Joseph del Monte Carmelo en los estados de Flandes” AGOCD
Plut. 334 b1.
+
Jhs Maria
De la fondacion del santo Desierto de s. Joseph del Monte Carmelo en los estados de Flandes
Nro Señor que tan particularmete hauia
ayudado esta Provincia con tan felices successos de tantas y tan buenas
fundaciones, quiso tanbien fauorecerla, y aydarla, para que en ella se fundasse
tanbien un Desierto, adodnde verdaderamnete se profesasse la vida solitaria,
que es el medio principal para la oracion i Contemplacion, que es el propio
instituto y fin particular fin de nra sagrada Religion. Mostrose en esta
fundacion como en otras la providencia y concurso de nro señor como aora
diremos.
Venía N.P.F.
Thomas del Capitulo general que se hauia celebrado en Roma el año de 1617. en
el Pentecoste (donde fue electo provincial de los Estados de Flandes y la
inferior Germania) sin intento de fundar Desierto, por que aunque el era muy
afficionado de esta vida, y hauia estado siete años en los Desiertos de España,
por hauerle tomado Dios por instrumento primero para obra de tanta gloria suya:
pero como por experiencia veya que la Provincia qun estaua en mantillas, y que
aun no tenia sujetos formados, pareciale no era llegado el tiempo para esta
obra, y assy venia tan lexos y decuidado deste pensamiento. Tomó desde Basilea
el camino por el Reno a Colonia que era el primer Convento de su Provincia;
traya consigo dos compañeros y todos tres en una barca pequeña descendian por
el corriente del agua hasta la sobredha Ciudad, y como no tenían occupaciones
que le diuertiessen, lo mas del dia se occupauan en oraçion. El dia que
entraron en Colonia estando en oraçion le vino de repente al Padre una
particular ispiraçion de Dios que tratasse de fundar Desierto, y pusole delante
algunos sujetos, que podian començar a ser las piedras primeras deste
espiritual edificio, y fue de suerte la
fuerza deste mouimiento, que con venir el Padre con determinada resoluçion de no tratar desta
fundaçion, se halló todo trocado, y mudado en el contrario parecer. Solia dezir
el Padre que dos mudanças sobrenaturales hauia sentido en su vida notables en
la quales Dios le hauia mudado de un exteremo a otro contrario. La una quando
le escriuio de Roma el P. F. Pedro conbidandole a yr a misiones, y que se
passasse al la Congregaçion de Italia: por que luego que le escriuio esta carta
sintio en sy grande repu – [p.2] – gnançia y contrariedad a salir de España
como en otra parte se ha dicho, pero diziendo otro dia Missa sin sauer como ny
en que manera, hauiendo encomendado a Dios este negocio se hallo todo mudado y
determinado a la contraria resoluçion como la obeciençia se lo ordenasse, a la
manera como si un hombre estubiesse buelta la cara a la una pared se hallasse
sin sauer como con el rostro a la contraria bueltas las espaldas andonde
primero miraua. La 2a fue la que suçedio en esta fundaçion del
Desierto, que estando primero tan de contraria sentençia se halló todo trocado
y encendido en el desseo de fundar un Desierto en su Provinçia, y ya le pareçia
çierto el buen successo desta fundaçion pues tales prendas de Dios hauia
sentido en su alma.
Pues como el
Padre entendiesse claramente la voluntad de Dios, luego que entró en su
Provinçia buscó con diligencia por todas partes algun sitio conueniente. Passó un año que no hallaua cosa a proposito,
y considerando que passaua el verano pues era ya el mes de settiembre del año
1618 no le pareçió conueniente dilatar más el buscar sitio con effecto. Hauia
oydo dezir que en el Condado de Namur hauia muchos Montes, Ryos, y Bosques y
que ally se hallaria por ventura algun lugar a proposito. Entrando un dia en
Lounia antes de su partida determino de que todos los Padres y hermanos de
aquella casa hiziessen particular oraçion a nro señor por este negoçio. Hauia
diez sacerdotes en el Conuento, dixeron todos deiz Missas a honrra de nra sta
Madre, q los acolitos todos comulgaron a sus Missas. Hizose esta oraçion con
grande preparaçion y feruor, y con esta preuençion a 15 de settre del
dho año partió el Padreno sin gran confiança de nro señor a Namur que dista una
jornada de Louania, y otro dia siguiente salió el Padre de Namur con su
Compañero que era el P. F. Francco de Jhs, que entonçes era vicario
de Anueres, y vino a Louania para este proposito, juntamte con un
gentilhombre de aquella villa en cuya casa se hospedauan llamado Monsieur du
Bois. Anduuieron todo el dia discurriendo por diuersas partes, y no hallando
cosa a proposito determinaron se de voluer a Namur aquella noche. Estando no
lexos de Namur el P.F. Thomas venia solo por que se hauian quedado atras aquel
gentilhombre y su Compañero, y venia pidiendo a N. S. le descubriesse alguna
parte a proposito para este intento. Estando en lo alto de un Monte (por que la
villa de Namur está en un valle profundo) miraua de la otra parte del Ryo Mosa
una montaña donde se descubrian unos bosques muy espessos, y pareçiale que ally
se hauia de hallar algun sitio tal qual desseaua. Esperó en aquel lugar al
gentilhe y asu Compañero, y en llegando les dixo. No es posible
señor si o que en aquella parte hauemos de hallar algun lugar a proposito: Dixo
entonçes que el tanbien lo tenia assy por çierto. Por que estaua ally el bosque
de Marlania y que si en alguna parte se hauia de hallar en toda tierra de Namur
era en aquella.
Otro dia tomaron
una barca y fueron por el Ryo Mosa quasi tres leguas (que es lo que se
enstiende el Bosque de Marlania, preguntando a unos y essaminando a otros para
ver si encontrauan algunas nueuas de algun sitio conueniente. Passadas dos
leguas se informaron que en lo interior de aquel bosque hauia [p.3] una fuente,
y lugar ameno y solitario, saltaron en tierra el P.F. Thomas su Compañero, y
aquel gentilhe y començaron a caminar subiendo una gran Montaña, y
aunque el P.F. Thomas a penas podia andar a causa de unas defluxiones causadas
de una çiatica y particularmte para subir Montes, que aun por llano
apenas podia andar. Al fin se animó de manera que llegó a la fuente que dezian,
no sin admiraçion de su Compañero, pero el cansançio fue en balde, por que el
sitio era muy disproporcionado para lo que se pretendia. A la buelta quando el
P.F. Thomas baxaua la Montaña se marauillaua mucho, y a penas podia creer fuesse
aquel camino por que no le pareçia possible que el pudiesse hauer subido por
aquellas Monatañas tan altas y tan sin trauajo. Y assy preguntaua algunas
vezesa sus Compañeros. Es possible que es este camino, y que yo he subido todo
este Monte! Pareçiale increyble y lo era ansy, por que si no fuesse con un
particular aliento del Cielo, y auxilio muy prticular de Dios, no pareçia
creyble que un hombre que apenas puede subir una escalera, ny hazer cien passos
por un camino llano hubiesse hecho legua y media, y subido Montañas tan asperas
y difficiles.
Volueiron se a
entrar todos en la barca y ya no les quedaua que ver si no era aquel sitio que
haia descubierto el Padre el dia antes de lo alto del Monte, pero la noche se
acercaua: el cansançio de todos era mucho y particularmente del Padre y lo que
erea mas que los Compañeros comencauan a desconfiar de poder hallar sitio con
las circunstançias que el Padre desseaua. Con esta desconfiança le preguntaua
su Compañero quando pensaua voluer a Louania, pues no hallauan sitio, el Padre reçpondio que no pensaua yrse hasta
hauer hallado un buen sitio y dixole, a que heuemos venido, si nra venid está
ordenada a buscar sitio, no nos yremos de aquí hasta hauerle hallado.
Aunque era ya muy
tarde el Padre dio orden que su Compañero, y otras dos o tres personas fuessen
a ver aquel sitio que estaua a un quarto de legu del Ryo. Salieron de la barca
con mucha priessa y quedaronse en ella aquel gentilhombre (que or ser viejo
estaua tanbien cansado) y el P.F. Thomas, que por esta mismoa raçon, y su poca
salud lo estaua mucho mas, pero no podia quietarse si no es que el fuesse
tanbien a ver aquel sitio. Dexo yr a los Compañeros, y al cauo de media hora le
pidió a aquel Gentilhe que saliessen un poquito de la barca para ver
una fragua de hyerro que estaua ally en el camino del Desierto y no muy lexos
de la barca, hizólo como el Padre se lo pedia. Visitada la fragua el Padre le
fue llauando poco apoco por dos grandes Montes, que dezian que era camino para
el sitio del Desierto. No hubieron andado muchos passos, quando el buen Gentilhe
se queria voluer diziendo que no sauia el camino, y que aquel lugar no
era seguro. Todavia el Padre le yua lleuando con buenas razones diziendo que
pensaua encontrarian presto los Compañeros que venian de buelta. Con est se
animaua un poc, peró no hauia andado cien passos quando trataua otra vez de
voluerse, siluaua con un siluo de plata que traya por ver si acaso entre
aquellos Montes respondia alguna persona, q como no tenia respuesta alguna
haziale gran instancia al Padre para que se voluiesse. Viendo el Padre su
resoluçion y [p. 4] miedo tan grande le pidió que se voluiesse a la barca que
el estaua determinado de proseguir adelante solo hasta llegar al sitio del
Desierto no obstante que no sauia el camino ny aun la lengua, y que el lugar
era tan solitario, por que fiaua en N. S. le ayudaria en todo. En fin como
aquel Gentilhe vio al Padre tan resuelto no se attreuió a dexarle yr
solo temiendo no le seccediesse algun peligro, y assy le accompañó hasta llegar
al sitio donde encontró ya de buelta alos que hauian ydo a descubrir la tierra
de promission, los quales trayan muy buenas nueuas. Pero el Padre quiso por
vista de ojos certificarse de todo, y
hauiendo discurrido (no sin grande cansançio y pena) por el sitio, quedó
muy satisfecho del por que halló todo lo que se podia dessear para Desierto,
conuiene a sauer Montes, Valles, planura muy agradable, todo sembrado de
arboledas muy espessas juntamente mucha agua porque entran en el dos
arroyos de agua de razonable grandeça. Fuera desto hay fuentes y dos estanques
grandissimos que tendran bien de largo mas de mil pies, y de anchura mas de
300. Y anssy muy satifecho del sitio voluio aquella noche a namur. Donde
suçedio que hauiendoserecogido a reposar un poco con su Compañero, passado el
primer sueño el P.F. francco de Jhs su Compañero dio de repente una
voz tan grande, tan horrible y espantosa, que el P.F. Thomas despertó con
grande temor y sobresalto pensando le hauian muerto, y preguntanandole que era
començo a inuocar el nombre de Jhs y dixo que hauia visto todo aquel aposento
lleno de demonios tan horribles y espantosos, que del miedo que hauia conçebido
haurá dado aquella voz tan grande. Deuiase de hauer juntado el Infierno todo
para impedir esta obra de tanta gloria de Dios y por ventura no dandoles Dios
licençia para que hiziessen mal al P.F. Thomas, se voluieron con grande yra a
su Compañero al qual como el dezia pareçe le querian tragar. Otro dia despues
se voluió el P.F. Thomas a Louania tn contento como si hubiesse ya el sitio por
suyo, y anssy hizo dezir una Missa en hazimiento de graçias, y escriuio tanbien
una carta a un Prior de la Prouinçia, dandle quenta del sitio tan a proposito
que hauia hallado, y pidiendole dijese otra Missa dando graçias a Nro señor por
que los hauia dado tan buen sitio para Desierto. El Padre no solo no dixo la
Missa, peró ny aun le respondió a la carta, pareciendole que hauia muchas
leguas de hallar el sitio al tenerlo, y que el Archiduq, a quien perteneçia no
lo daria assy facilmente, por que hauia de passar esta donaçion por manos de
finançias, que es lo mismo que Consejo de hazienda, las quales son siempre
difficiles en hazer enagenaçion de la hazienda del Principe.
El P.F. Thomas alcança
del Archiduque y de la Infanta la donaçion del Sitio, y lo que mas suçedio hasta
fundarse el Desierto
Antes de venir el Padre a pedir al
Archiduque Alberto, y a la Infanta Da Isabel Clara Eugenia el sitio
que hauia visto en Namur, hizo que todos los Religiosos de Louania tubiessen
particular oreçion, y fixessen otras diez Missas a nra santa Madre en la forma
que se hauian dicho puniendola por intercessora para que alcançasse de nro seór
mouiesse el coraçon de los Prinçipes para hazer donaçion a la Religion deste
sitio. Vino con este fin a Brusselas, ynates de hablar al Principe cominicó su
nitençion con el Conde de Anouer Mayordomo y Cauallerezo mayor de aquellos
Principes y el mayor priuado suyo y juntamte deuotisso de
nra Religion. El Conde puso tantas difficultades en este negoçio que quasi lo
hizo impossible, dixole muchas raçones en orden a esto que no son para
escriuir, entre otros que el conoçia bien la condiçion del Archiduq, por que
hauia trenta año que le trataua, y que cumpliria con dar buenas palabras, y que
en la execuçion no se haria nada, prouando el Conde con estas y otras raçones
persuadir al Padre que dexasse esta pretençion por que nunca saldria con ella.
Pero estas raçones no le hizieron fuerça ninguna al Padre para desistir por que
como tenia puesto su confiança en Dios le respondio añ Conde: yo ha mas de
trenta y cinco y mas que conozco la condiçion de Nro señor, y que se bien que
quando queria mudaua los coraçones de los Reyes y Principes a la parte que
queria, y assy confio que lo hará en este caso, y por que no pensasse el Conde,
que le queria poner por intercessor, añadió, que no queria que su señoria Mma
intercediesse en este negoçio ny hablasse sobre el al Archiduque, solo le pedia
le auisasse quando podia tener audiencia de S. A.
Seálaron le otro día por tener audiencia del Archiduq, y antes de
entrar el P. Fr. Thomas a hablarle halló al Conde de Anóuer en la antecamara
donde estubieron hablando un rato, y començó el Conde de nueuo a poner nueuas
difficultades, y dixole que ponia grande duda en salir con este negoçio. El
Padre le respondió: señor, yo no sé como es esto que yo no puedo dudar, sinó
que nos ha de hazer donaçion del sitio, por que tengo tanta confiança en N. S.
que no me dexa lugar para dudar. Respondió el Conde que si el lo lleuaua por
este camino, que el callaua. La causa desta certidumbre que el Padre tenia era
que hauia algunos dias encomendado a N.S. este negoçio en sus sacrifiçios y
oraçiones particulares, y le ponia N. S. tanata certidumbre que no podia dudar
sino que lo hauia de alcançar, y era de suerte que aun pedirlo a nro señor no
podia por que lo tenia por hacho. Entró el Padre a hablar al Archiduque, el
qual le reçiuio co grande benignidad y el Padre dixó al Archiduq breuemente lo
que siqgue: Señor a V. A. y otros muchos parece que yo he hecho algo en hauer
fundado en tan breue tiempo esta Prouinçia de Flandes, y verdaderamte
a mi me pareçe que no he hecho mada, ansy por que esto que he hcecho ha sido
con muchas imperfeciones mias, como por que falta por hazer lo mas prinçipal y
substançial de nro instituto y lo que es como espiritú y alma qu ha de dar vida
a todo lo que está hecho sin lo qual apenas se podra conseruar el espiritú de
la Religión en esta Prouinçia, y esto que falta es una casa de Desierto, adonde
nros Religiosos vienen y hazen profession de obseruar la vida eremitica, al
modo que la obseruaron nros antiguos Padres en los Desiertos del Monte Carmelo
Egipto y Palestina. Declarole breuemente al Archiduque el modo de vida deste
santo instituto, y assy mismo de quanta gloria de Dios, y de quanta authoridad
para la Yglesia sería tener aquí a vista de los herejes un instituto tan santo,
y de quanto prouecho su exemplo para las demas Religiones, y que en todo este
septentrion no hauia modo de vida que con este se pudiesse comparar. Y luego
añadió que S.A. tenia un sitio en el bosque de Marlania junto a Namur muy a
proposito para este fin y que assy le suplicaua humilmente hiziesse donaçion
del a la Religion, yque la Religion quedaria siempre obligada a encomendarle
perpetuamente a nro señor, y con esto le dio um memorial en que se contenia la
substançia desta petiçion.
El Archiduque respondió con palabras generales, mostrando que hara
lo que pudiesse para ayudar a obra tan santa. Preguntole muchas cosas al Padre
del sitio del Desierto, y de la vida eremitica, mostrando mucho gusto en oyr
tratar de semejantes cosas, y con esto remitio el memorial a las finanças que
es como Consejo de hazienda.
Despues fue el P. Fr. Thomas a hablar a la Infanta, la qual lo
reçiuio con una alegria y contento yncreyble, y ya sauia que el Padre trataua
de fundar el Desierto en su tierra, y ansy antes que el Padre le dixesse nada
ella començó a tratar del Desierto con tanto gusto, como si fuesse la cosa que
el Archiduque y ella mas deseassen en esta vida. Sauia bien la Infanta lo que
eran estos Desiertos y la vida tan alta y perfecta que ally se professa, por
ser el Rey Phelipe segundo su Padre en España patron del primer Desierto que
ally fundço el P. Fr. Thomas, y assy se lo dixo la Infanta, y que su Padre le hauia
dicho estando en Aranjuez queria yr a ver el Desierto, y lleuarla consigo, y
por no hauer podido yr el Rey, le hauia enviado la Religión el Desierto pintado
y assy la buena Infanta estaua muy feruorosa en esta obra, y dixole llanamente
que le harian donaçion del sitio para fundar el Desierto, y que ellos querian
tomar esta obra, y ser patrones della, y que estauan conçertados el Archiduq, y
ella de yr a ver aquel verano. Dixole otras muchas cosas con que el Padre
començaua ya a ver cumplidas sus esperanças. Tenia el Padre intençion que esta
casa se lamasse de S. Joseph, y dizo a la Infanta que todo esto se hauia de
hazer con condiçion que la vocaçion de aquella casa, no se le quitasse al
glorioso S. Joseph, a quien el Padre era muy deuoto, y por cuya intercession
pensaua hauer alcançado esta graçia de sus Altezas. Respondió la Infanta con
sus entrañas de clemençia y piedad que mucho en buen hora y que no se
desconcertarian por esta condiçion.
Remetido el memorial a las finanças, señalaron las dhas finanças
al Reciuidor gnal de Namur para que viesse el sitio que pediamos, y dixesse el
valor del. Fue el P. Fr. Thomas a Namur, y hauiendo visto con el Reciuidor el
sitio, pareçio al Reciuidor que valdria aquel sitio sessenta mil florines, y
aun otras vezes dezia que ochenta mil. El Padre viendo un preçio tan excessiuo,
pidió a las finanças señalassen otro taxador. Hizieronlo ansy, el qual juntamte
con el Reciuidor vinieron a taxar el sitio en mucho mas baxo preçio que antes.
Pusieron tanbien algunos del estado de Namur grandes difficultades diziendo que
si tomauamos aquel sitio, no se podría sacar leña del bosque, y otros
oposiçiones q hizieron todos Burgeses de la villa, las quales fueron bastantes
para que el Archiduque se detubiesse en hazer la donaçion, y assy fue
necessario enviar otor terçero juez para que informasse al Archiduque si era
ansy como dezian los que contradecian a esta donaçion, el qual informó muy en
fauor de la Religion y no obstante que las finanças, cuyo consejo solia tomar
el Archiduque hizieron alguna difficultad el Archiduq, y la Infanta hizieron
esta donaçion liberalissimamte a ….del mes de…año de… y solo
pusieron por condiçion que querian ser patrones del Desierto.
Estauan ya tan feruorosos y deuotos estos dos Principes desta
fundaçion que como dixo la Infanta al P. Fr. Thomas, muchos ratos del dia se
occupauan en ver la planta del sitio, y en tratar del Desierto, y pareciales
que era necessario que por cierta parte tomassen mas sitio, y assy hizieron que
el Conde se lo escriuiesse al P. Fr. Thomas, puniendole en su voluntad el tomar
todo lo que le pareçiesse necessario. El Padre con mucha moderaçion se
aprouechó de tal liçençia y tomó algo mas, de manera que en todo dieron sus
Altezas trenta y quatro bonieres de tierra, sin otros ocho que se compraron de
personas particulares, y para mostrar mas su deuoçion los Principes ellos
mismos hizieron una linea en la planta, y la enbiaron al P. Fr. Thomas,
diziendole que los caminos que se hauian de hazer para sacar la leña del bosque
los hechasse por ally, que no era conueniente que estubiessen tan cerca del
Desierto.
Hecha la donaçion por los Prinçipes se puso el dia de la Cruz…del
Mes de…año… la Cruz en el sitio en lugar de possession y se dizo la primera
Missa en una casa de un paisano, acomodando lo mejor que se pudo un oratorio,
para que los Religiosos que estubiessen ally pudiessen celebrar mientras se
hazia un oratorio en el mismo Desierto.
Como se començó la
fabrica del Desierto y como sus Altezas fueron a poner
la primera piedra
Luego que el P.F. Thomas tubo la
donaçión no veya la hora de començar su obra y assy enbió un Padre (llamado
Fray Carlos de la Madre de Dios), persona bien entendida en materia de fabricas
con algunas limosnas que el Padre pudo recoger de personas bienhechoras de la
Religion, para que coneçasse la fabrica. Con estos y con algunos arbores que se
vendieron se dio prinçipio a la fabrica. Passados algunos días, sus Altezas el
Archiduque y la Infanta que entonçes estauan en Marimont conbidados por el P.F.
Thomas vinieron con mucho gusto a poner la primera piedra en la Yglesia del Sto
Desierto. Fue grande el accompañamiento que traxeron consigo. Llegaron a Namur
en un día, y otro que fueron los 29 de julio año de 1619 partieron de mañana de
Namur para oyr Missa en el Oratorio del Desierto.
[p.] Hauia llouido tanto aquellos dias, que se tubo por cosa muy
particular que este dia que fueron fuesse claro, y sereno. Y por que no
faltasse nada a esta solemnidad hizo el offiçio el Obispo de Namur, y el
Archiduque y la Infanta pusieron la primera piedra. Accauado este offiçio
fueron luego (accampañandolos el P.F. Thomas) con toda su gente a ver el sitio
del Desierto, y dieron una buelta por todo el circuito, que duró por espaçio de
nueue quartos de hora. En el entre tanto se hizo hora de comer, y hechas unas
grandes enramadas puestas muy en orden se recogieron en ellas el Archiduque, la
Infanta y todas sus damas, y aunque se siruió a la Mesa la comida ordinaria que
sus Altezas tryan para si, del Desierto les enbiaron algunos platos de yerbas,
y una trucha muy pequeña que ally hauian pescado, y un gambaro, y gustaron
tanto desta comida que quasi no tocaro a la suya, particularmente S.A. la
Infanta. Accauada la comida luego quisieron dar otra buelta por lo interior del
Desierto, ynformandose del P.F. Thomas de todo. Gustaron mucho de ver la
capacidad y hermosura del lugar y quan a proposito fuesse para intento que la
Religion tenia. Andubieron todo el dia discurriendo por el Desierto. Hasta que
ya se hizo hora de voluer a Namur.
Partieron del Desierto tan contentos de hauerle visto, que despues
dixó la Infanta a su Confesor que hauia sido aquel el mejor dia que hauia
tenido en su vida y que le rogaua que el lo fuesse a ver, lo qual el cumplió
con mucha puntualidad.
Fuelos a accompañar el P.F. Thomas (por hauerselo pedido assy el
Conde de Anouer) hasta Namur, y de pareçer y consejo del mismo Conde determinó
de hablar a la Infanta para que accauassen aquella fabrica y quedassen
absolutos patrones del sitio y de la cas, y assy le hablo el otro dia el Padre
como el Conde se lo hauia dicho, y suplicole que pues sus Altezas eran
patronos, lo fuessen en todo y ayudassen para que se accauasse la fabrica, y
para que se pudiessen sustentar en aquel Sto Lugar hasta el numero de 24
ermitaños, y que el Padre no pedia otras rentas que el trigo que tenian
necessidad para su sustento y para hazer cerueza. No pidio mas el Padre,
pareçiendole que como ermitaños tubiessen pan y cerueza, y algunas legumbres de
su huerta que podrian passar. La infanta respondió que ella lo procuraria, y
con esto el Padre se voluió al Desierto, y otro tubo carta del Conde de Anouer
diziendole de parte de sus Altezas, que darían todo lo que se gastasse en la
fabrica, y el grano que yo dixesse que era necessario para el sustento de los
ermitaños. Y assy se hizó y estableçió esta limosna. La Religion offreçio a sus
Altezas…&
Aquí se han de poner
breuemente los offiçios que se haçen en el Desierto por
Sus Altezas
…
Diose tan buena priessa a la fabrica y ermitas de fuera, que
dentro de un año y medio despues que se començó la fabrica estaua ya accauada y
dispuesta para assentar en ella los exerçiçios de la vida eremitica. El P.F.
Thomas escogió algunos Religiosos de la Prouinçia de los muchos que pretendían
venir al Desierto, y dia de la Cruz de settiembre año de 1620 con mucha
solemnidad y consolaçion de todos se dixo la primera Missa en la Yglesia y dio
prinçipio a los exerçiçios de la vida solitaria y eremitica. Estaua el P.F.
Thomas este que no cauia de contento y
espiritual consolaçion viendo començada una obra que hauia de ser de tanta
gloria de Dios, tanto exemplo para su Yglesia, y prouecho para la Prouinçia que
hauia fundado, y daua muchas graçias al señor le huviesse tomado por
instrumento para hazer este seruiío. Fue electo en Prior el P.F. Vincencio
Maria de St Ubaldo, que entonçes era Prior de Louania, y en Suprior
el P. F. Jacques de Sta Teresa persona de Religion y de Espiritu, y
tales quales se requerian para fundar tan alto instituto.
El P.F. Thomas aunque era Prouinçial considerando que esta casa
era los ojos de la Prouinçia, no quitaua los suyos de ella, y assy procuraua
instruyr a los Padres con platicas y exortaçiones espirituales, y aunque estaua
ausente gouernaua esta casa tan en particular como si fuera Prior della,
considerando lo mucho que importaua que los prinçipios y fundamentos de tan
grande edifiçio fuessen açertados, de los quales dependia gran bien y utilidad
espiritual a toda la Prouinçia, y assy determinó juntamte de hazer
para la mejor direction desta Casa una Instrucion de la vida eremitica, que
fuesse lo que en otros Conuentos el Ordinario, o ceremonial de la Orden, que
por ser cosa digna de que quede perpetua memoria della, pareçió cosa
conueniente inserirla en este tratado.
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